viernes, 31 de diciembre de 2010

Feliz año.

Ya se va el 2010. Gran año para todos. Para la música, que me ha dejado los discazos de Bunbury y Sidecars. Descubrimientos como Mando Diao (y por consiguiente, sus discos y ese enorme DVD del MTV Unplugged), y además he escuchado con más atención grupos que ya conocía, como Marea y Franz Ferdinand. En cuanto a conciertos, no me quejo, Bunbury y Sidecars, y uno de ellos gratis. A ver si el 2011 es mejor.

En cuanto al cine, qué decir. Robert Downey Jr. con Iron Man 2 y Salidos de cuentas, aparte de mi DVD de Sherlock Holmes (gracias a mis amigos). Johnny Depp con Alicia, que decepcionó un poco pero bueno. También se han estrenado películas como Eclipse y Harry Potter (aunque esta última es un poco mala) y dos pelis de Robert De Niro, Stone y Ahora los padres son ellos (adivinad cual es la peor). En definitiva, no ha sido un mal año para el cine.

Literatura, sólo voy a decir un nombre: Bukowski.

Otras cosas que destacar del año son que España ha ganado un Mundial (me interesa taaaaanto como una piedra), algo de una crisis económica (cuando no pueda vivir de tu aire me empezaré a preocupar). Otras noticias menores han sido unos mineros atrapados en una mina, un volcán islandés, huelga de controladores aéreos, cosas que me interesan poquísimo.Me dejo muchísimas cosas, como muertes de celebridades (Leslie) y supongo que otras noticias, pero joder, mi memoria no es gran cosa.

En cuanto a mí, pues he montado por primera vez en avión y he salido de España, porque cuando fui a Portugal casi no cuenta. He conocido gente estupenda y además he cogido más confianza con gente que ya conocía. El verano fue para recordar. Y todos esos grandes momentos con los amigos, ya sea una tarde cualquiera, un Copérnico o una celebración de cumpleaños. No hay más sobre lo que hablar.

Pero bueno, yo creo que podemos meter en un saco a Bunbury, Sidecars, Mando Diao, Marea, Franz Ferdinand, Robert Downey Jr. Johnny Depp, Eclipse, Harry Potter, De Niro y sus pelis. A Bukowski, a España entera, a la crisis, a los mineros, al volcán, a las huelgas, a los aviones, a Grecia y a toda la gente, al Copérnico y demás. Es un saco muy grande como puedes ver, y bueno, ese saco, hay que mandarlo a la mierda, porque ya sabes qué ha sido lo más importante del año.

martes, 28 de diciembre de 2010

Stars and Flowers.

Well, there's something about you
That makes my life change.
Not pulling the trigger and let the blood
Stay under my skin

The stars will fall from my hands
And the flowers grow to the sky
If all the things I like, disappear
Why are you still here?

Well, don’t  look at me that way
You know, we did it in the rain
I hope you don’t mind
But this happens in the movies I've seen

The stars come back to heaven
and flowers are back in my hands
If everything’s back to normal life
Why are you still in my heart?

Well, now that you're gone
And the clouds come to my head
Everything is like before
Everything falls back

And the stars are tired
And the flowers have been rotten
If all that you gave me, then you took from me
W
hy don't you give me back my senses?

viernes, 24 de diciembre de 2010

Mr. Moon y el déspota de Ochrasy.

-         Mr. Moon, Mr. Moon… ¿Qué está pasando en mi cuarto?
-         Pequeño Luc- dijo al tiempo que daba un giro plateado para mirar al joven-. Tú sabrás. ¿Qué has hecho?

Y el chico le contó la historia de cómo unas noches antes, intentando dormir, unas voces detrás de su armario no le dejaban. Luc, valiente como curioso (que en muchos casos bien podría ser lo mismo), se levantó de su cama y se dirigió al armario. Al tiempo que se dirigía hacia allí, las voces se iban intensificando, hasta que una vez que lo apartó, las voces se convirtieron en gritos de júbilo.

Unos pequeños seres diminutos habían colgado pancartas en una especie de micro población que allí había surgido de motas de polvo, calcetines perdidos y piezas de LEGO desaparecidas. En ellas se podía leer “Bienvenido a casa”.

-         ¿Quiénes sois vosotros?- preguntó el chico al ser más adelantado, el que parecía dirigir todo aquello.
-         Permíteme presentarme, Luc. Mi nombre es Tony Zoulias, alcalde de Ochrasy.
-         ¿De dónde habéis salido?
-         Eso no importa ahora, ¿o no ves que el título del relato no hace referencia a nuestro origen?
-         ¿Título? ¿relato?
-         Chorradas y pamplinas Luc, chorradas y pamplinas- dijo el alcalde atusándose un pequeño bigote canoso-. Lo que nos concierne es algo mucho más grave, sí sí, más grave. Precisamos de un ser superior que cuide nuestro maravilloso pueblo, y puesto que es tu cuarto y vivimos detrás de tu armario…
-         ¿Puede haber algo más surrealista que esto?
-         A estas horas no, Luc.

Volviendo al presente, Mr. Moon parecía saber lo que le pasaba al joven Luc. Gobernar sobre un pueblo es mucha responsabilidad, pero hasta ahora no había pasado nada malo, así que le pidió al chico que continuase su historia hasta llegar al problema, el cual intentaría ayudarle a solucionar.

-         Verás, al principio todo iba bien, les proporcioné mejores materiales para sus casas, mejor comida, limpié un poco la zona, e incluso impedí el paso a mi perro al cuarto. Todo por el bien del pueblo.
-         Eras un buen gobernador entonces, ¿no Luc?- y Mr. Moon llegó al punto reflexivo-. Y tú no les pediste nada a cambio. Les diste tu tiempo Luc, y ellos a ti nada. ¿crees que eso está bien?
-         Me hacen sentirme mejor conmigo mismo, hasta hoy. Hacen fiestas en mi honor, pero no puedo participar porque soy demasiado grande. Me ofrecen comida y regalos, pero son diminutos.
-         Luc- dijo Mr. Moon mostrando su sonrisa con malevolencia-. Deberían esforzarse más. Ya que eres el gobernador, un poco de mano dura para tu propio disfrute no estaría mal.

Dicho y hecho. Al día siguiente, el joven se dirigió a Ochrasy. Habló con el señor Zoulias y le pidió un grupo de hombres que trabajasen día y noche para hacer las cosas a su gusto y tamaño.

-         Pero Luc, eso es explotación- decía el alcalde.
-         ¿Acaso no me lo debéis después de todo lo que he hecho por vosotros?
-         Sí sí, pero esto se está poniendo muy drástico.

Y así pasaron días, y cada vez que Luc iba a Ochrasy, había más problemas, y tenía que poner a más seres a trabajar con tal de no tener que escuchar quejas. Hubo zonas que se sublevaron. Luc volvió a pedir consejo a la noche.

-         Mr. Moon, se están rebelando, se me escapa de las manos, ¿qué puedo hacer?
-         Algo que tendrías que haber hecho hace tiempo. Renunciar a ser gobernador, no deberías haber tomado el puesto sin haberme consultado.
-         Pero, no lo entiendo, ¿no fue usted el que me aconsejó como actuar?
-         ¡Y quién te dice que tengas que fiarte de la noche!- Mr. Moon estaba más vivo y blanco que nunca-. Destrúyelos Luc. Mátalos.

Ahora de noche sería más fácil y no tendría que ver los rostros de sus súbditos sufrir. Movió un poco el armario y… unas cuantas flechas pequeñas pero afiladas como alfileres se le clavaron en el pecho. Era una revolución, pero terminar con ella era tan sencillo como dar unas cuantas patadas. En cuestión de segundos, Ochrasy no existía

-         Que… tengas dulces… sueños, Luc… dulces… sueños- fueron las últimas palabras de Tony Zoulias.
-         Vaya- Pensó Luc mientras su sombra negra se mezclaba con el halo blanco de la luna en su ventana-. Sangran.

El chico se dirigió a la cama, decidido a recapacitar sobre lo que acababa de hacer, mientras la noche reía maliciosamente, pudiendo con él, y creando y cuidando monstruos. Pero Luc no pudo hacer nada, pues el despertador empezó a sonar melodiosamente y estaba un poco confuso tras el sueño que acababa de tener.

martes, 21 de diciembre de 2010

Lalalá...

Que bonito despertar en este día gris
Empiezo a caminar, empiezo a sonreír
Me saludan al pasar pero no les contesto
Me ensimismo en mundo y pienso lo que quiero

Y caminando con mi felicidad
Llego a la ventana de un bar
Y entre cristales rotos veo tu mirada
Pero lo roto son mis ojos al verte acompañada

Nada que me apene, saco una canción
La gente por la calle baila sin parar
Y yo les muevo con el sonido de mi voz
Al cantar: Lalalá Lalalá…

Sigo paseando entre colores que me invento
Lo que he visto no es nada que no se arregle con pegamento
La gente me vuelve a saludar pero yo no les contesto
Prefiero llorar disimulando que estoy contento

Y ahora estoy triste de felicidad
Estuve poniendo bombas que deberán explotar
Y con cascabeles y guitarras me pongo a cantar
Me pongo a bailar: Lalalá Lalalá…

Y ahora me muevo al compás
De un arco iris que se ha de llevar
Las flores de cartón para traerme
Un nuevo corazón que sepa distraerme

Buenos días, sí, estoy loco
Canto canciones por la calle
Si me conocieses sabrías que eso es poco
No me conseguirán parar: Lalalá Lalalá…

Y ahora estoy contento de tristeza
Porque has nublado mis soles de primavera
Pero mientras canto y bailo una canción
La gente me sigue, ya sabes quién es mejor

La gente me recordará
Como el chico que te perdiste
El chico que no quisiste
Y se puso a cantar: Lalalá Lalalá…

 ...

Que bonito anochecer tras esta tarde gris
Me vuelvo a acostar, me apetece dormir
Me despiden al pasar pero yo no les contesto
Me ensimismo en mundo y me cuento un cuento

Y soñando con mi felicidad
Llego a la ventana de tu casa
Y entre flores muertas veo tu cuerpo
Pero la muerta es mi cabeza por las mierdas que sueño

Nada que me desvele, saco una canción
Las lunas de mi cama bailan sin parar
Y yo las muevo con el sonido de mi voz
Al cantar: Lalalá Lalalá…

Sigo soñando entre mantas de invierno
Lo que me enfría no es nada que no se calme al pasar el viento
La gente me vuelve a despedir pero yo ya estoy durmiendo
Prefiero soñar disimulando que estoy muerto

Y ahora estoy despierto de genialidad
Las bombas que puse han debido explotar
Y con panderetas y bandurrias me pongo a cantar
Me pongo a implorar: Lalalá Lalalá…

Y ahora me duermo al compás
De una oveja que acabo de contar
Saltando una valla para traerme
Pastillas de Morfeo que me duermen

Buenas noches, sí, estoy majareta
Canto canciones en pijama
Si me conocieses sabrías que tengo tela
No me conseguirán callar: Lalalá Lalalá…

Y ahora soy un genio con insomnio
Porque has hecho de noche mis tardes de otoño
Pero mientras duermo y sueño una canción
Las estrellas me siguen, ya sabes quién es mejor

La gente me recordará
Como el chico que te perdiste
El chico que no quisiste
Y se puso a cantar: Lalalá Lalalá…

sábado, 18 de diciembre de 2010

Y ya van... [5].

-          Amigo. Tampoco son tantas.
-          Eso que lo dices tú. Piensa que ha estado muy ocupado y no solo nos escribe a nosotros.
-          Ya, pero no sé…
-          Yo creo, que incluso merecemos descansar.

Dicho y hecho. Se sentaron en dos mullidos sillones. Aunque estaban llenos de polvo, cosa que les hico toser y estornudar. En la sala donde se encontraban apenas entraba la luz por un par de ventanales redondos. Debía ser un sitio realmente viejo. Había montañas de libros y cuadernos a su alrededor.

-          ¿Qué pondrá?
-          Levántate y léelo a ver.
-          De este montón mismo, que es el más limpio.
-          Será el más reciente.
-          “Entonces se levantó del raído sillón, y paseándose por su cabeza, cogió un tomo de la memoria más reciente y…”
-          ¿Y? ¿No sigue?
-          Es que acaba ahí… No, espera, aparecen letras. “Y su compañero le preguntó ante la repentina ausencia se sus palabras”.
-          Vaya. ¿Estamos escribiendo nuestra propia historia?
-          Eso parece. Puto vago. Este sitio debe ser su cabeza.
-          Pues vamos a jodérsela.
-          ¿Más?

Y los dos chicos, cuando se dieron cuenta de lo que sucedía, empezaron a saltar, arañar, pellizcar, destrozar cualquier cosa que veían. Quemaron algunos montones de memoria, cosa que no creyeron que fuese buena idea.

-          ¡Eh! Para, para un momento.
-          ¿Por? Oye, ¿qué te pasa?
-          Pedazo de asno. No toques los montones de libros, corres el riesgo de destrozarnos, aunque creo que ya es un poco tarde viendo el estado en el que me has dejado. Joder, mírame.
-          Solo estás un poco más transparente. Eso es que iba a empezar a quemarte.
-          Querrás decir quemarnos, y no digas empezar. ¡Joder, estás echando humo!

Seguramente este podría ser el final de los chicos. ¿No había en toda una cabeza una gota de esperanza para aplacar su error incendiario? Se estaban consumiendo poco a poco, buscando por ese destartalado desván algo que les permitiera seguir viviendo. Uno de los chicos, con un brazo a salvo, encontró un lápiz.

-          ¡Toma! Busca el cuaderno más nuevo, esperemos que no esté destrozado, y escribe que nos salvamos.
-          Vale- y cogió el lápiz que su compañero, reduciéndose a tristes cenizas, le pasó-. No tengo mucho tiempo.

Se puso a buscar por toda la sala hasta que encontró, debajo de uno de los sillones, el cuaderno ansiado. Lo abrió y escribió.

“Y en un acto de desesperación, uno de los chicos volvió a reescribir el destino de los dos. Un nuevo despertar. Grandes cambios les esperaban, pero de eso ya se ocuparía la imaginación. Ellos han escrito el capítulo más trágico de su vida.”

Y era verdad, pero eso les pasa a todos. Cada uno es responsable de los peores momentos de su vida. Y solo uno mismo es capaz de reescribirse y salir adelante.


¿FIN?

martes, 14 de diciembre de 2010

Algo como tú.

De madrugada y vuelta a las andadas
No entiendes que algunos madrugan
No entienden los demás que eres el despertar
Que si no es contigo, vuelta a la cama
Y vuelta a soñar

Que se piquen los demás si parezco gilipollas
Que por aguantar para bañarme entre tus olas
No entienden los demás que merece la pena luchar
Si eres cada día algo nuevo que quiero probar
Que quiero mirar

Que vayan barriendo por donde me arrastro
Que solo van a encontrar flores entre prados
No entienden los demás que bueno es el sufrir
Si las heridas son de azúcar, dulce sangre carmesí
Dulce sangre por ti

Para nadie nunca fue tan importante
Algo como tú, que no te entienden ni los demonios
Que tu boca es tabú, jaula de dientes preciosos
Y bajo el cielo azul moverte como el viento
Para a veces tenerte y otras no te tengo

Que nadie me quiera defender si me haces daño
Ya les explico lo que te he dicho, que yo aguanto
No entienden los demás que si no es por ti
No encuentro mi lugar, cueva de secretos, de miedos
Cueva que hay que derrumbar

Por la tarde no pases las páginas de esta historia
Que por la noche, todo gira en tu noria
Y no entienden los demás que cada despertar
Te puedan las ganas, te ganen las mierdas
Y las mierdas te hacen cambiar

Que vayan cosiendo los trozos de mi corazón
Que por más remiendos que pongan
No entienden los demás que cada trozo es ilusión
Cada pedazo es una tarde, cada cacho es hablarte
Y hablarte la razón de esta canción

Para nadie nunca fue tan importante
Algo como tú, que te has convertido en mí tiempo
En noches sin sueño, para querer despertar
Que pasen los días, si más cerca está la muerte
Merece la pena sólo por jugar y echarnos a suertes
Que te apetezca libertad
Y las palabras de más que sobran a esta parte
Te las puedes quedar, que para nadie son tan importantes
Que se jodan y vivan en soledad.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Salir a matar (mi enfermedad) [4].

-         ¿Qué pasa?
-         Nada, no estoy fino.

El escenario ya estaba preparado. Los focos alumbraban dos círculos en la tarima. El público esperaba impaciente las improvisaciones poéticas de los dos chicos de siempre. Eran ellos. No decepcionarían.

-         Estoy nervioso. Mente en blanco. Temblores. Me sudan las manos. Boca seca. Sí, todo perfecto.
-         Como siempre pues. ¿Te has maquillado?
-         Claro que no.
-         Pues estás muy pálido.
-         Ya te he dicho que no estaba bien. Me encuentro mal, pero mezclado con el sentimiento de angustia de siempre, pues apenas lo noto.
-         Genial, eso te inspirará más. ¿listo para salir a matar?

Y se hizo el silencio. Todos miraban expectantes a ese par de genios. Los trajes les sentaban tan bien. Nunca preparaban lo que iban a decir. El arte, la pasión, los sentimientos les salen de dentro. No se diferenciaban el uno del otro. Sabían exactamente cuando tenía que hablar cada uno, y nunca lo que decía uno tenía que ver con lo que decía el otro. Eso lo hacía apasionante.

“Puede, quizás, justo mañana
No salga el sol, no ilumine tu ventana
Puede, quizás, que no sea nada
Quítate las pesadillas de tu mirada”

“Soy pájaro cazado, no puedo volar
La jaula son tus malditos brazos
Siempre pasa sin cesar, y cuando nunca pasa
Es culpa de mi enfermedad”

Aplausos. La sonrisa de los chicos iluminaba más que cualquier foco. Hacían fotos. Todo era agradable.

-         Todo sería mejor si hubiese gente de verdad y no nos estuviésemos imaginando esto.
-         Bueno, eso es lo que lo hace especial. Fíjate lo que triunfamos en nuestra cabeza, y la fama nunca se coloca a su lado.
-         ¿Un par de estrofas más?
-         Sal a matar.

“Libros, hojas, páginas, cerebro saturado
Y tú mismo te lo has buscado
Cuando el futuro no envía heraldos y todo te cansa
Cuando el futuro es básicamente volver a casa”

“Dos días antes del domingo llovía
Y tus párpados se me antojaron salvación
Milímetro a milímetro empezó la enfermedad
Hasta contagiar las paredes de mi habitación”

-         Nadie los entenderá.
-         Nadie los leerá.

martes, 7 de diciembre de 2010

Y no puede ser.

Llegados a este punto después de beber
Tus letras, tus sonidos y la aptitud de aquél
De pantalones de pitillo, de chaleco, de gafas de sol
De pañuelos en mi cuello, de besos en el tuyo
De palabras entre los dos

Después de inventar y saber que no me importa
Que todo me da igual pues leí en un libro
Que todo era mentira y pasaba en un mundo ficticio
Que me tuve que inventar para decir algo que no
Significara nada especial

Y no puede ser que llegados a este punto de mentir
No tenga ni una palabra que escribir y esto no pasaba
Desde hace unos meses cuando pensaba que aún
Tenía cosas que decir

Llegados a este punto puede significar
Lo que dicen los perros, que me calle, que deje de hablar
Quizás ya esta todo dicho y qué si digo
Que quiero seguir diciendo cosas estúpidas al azar
No me hagas callar

Después de matar, las mejores frases de poetas
Que todo nos daba igual pues si estoy así
Es porque tú no estás y no puedo compartir
La locura de que diga lo que se me ocurra
Solo tú entenderás

Y no puede ser que me tengas así
No tengo ni una palabra que escribir y esto no pasaba
Desde hace unos días cuando tú estabas aún
Haciendo el idiota por aquí

sábado, 4 de diciembre de 2010

Caracoles [3].

-          Lo que es la vida ¿eh?
-          Sí tío, que de circunstancias.
-          No te me pongas Ortega anda. Me refiero a que, un día estás tan tranquilo y otro día… ya sabes.
-          Lo se. La peor arma del mundo no es de fuego, ni es blanca. La peor arma es la palabra. Solo con una palabra te pueden joder la vida. Bueno, una palabra o la puta lluvia.
-          Lluvias de verano. Me gustan.
-          Y las tormentas también.

Y como siempre, ante tal ingenio, los amigos rieron mientras caminaban bajo la lluvia. Intentar esquivar las gotas sería una tontería, pero ya habían esquivado edificios cayéndose en la perversa mente dormida de un cocodrilo volador y habían soportado el típico baile lleno de idiotas. El agua no les matará, solo que no llovía agua.

-          Mira. Caracoles.
-          Si. Que asco dan. Se te están subiendo por el pantalón.
-          Bueno, qué más da. Sus babas en mis pantalones, las mías en mi boca. Todo es asqueroso. Además, no creo que me maten.
-          Ya, pero es raro.
-          ¿Raro? ¿Nos has visto? ¿Has escuchado de que solemos hablar?
-          Sí, tienes razón. Además, los caracoles ya llevan su casa de serie, no supondrán gasto alguno.
-          Sí, pueden acompañarnos en el difícil viaje que es la vida.
-          Cuidado, esa palabra viene derecha hacia ti.

Uno de los pequeños caracoles que subía por su pierna saltó y dio de lleno con la palabra, que destrozó su caparazón. Después de una pequeña explosión pegajosa, solo una pequeña babosa quedaba en el suelo.

-          Que sacrificados.
-          Sí. Pero bueno, para eso tienen el caparazón. Joder, y yo que pensaba que era una lluvia normal.
-          Siempre que hablas de algo peligroso la cagas. Ahora llueven palabras tío.
-          Da igual, tengo protección en las piernas, mira, mira que de explosiones asquerosas.
-          ¿Me dejas unos pocos?
-          Pon la pierna- esperó a que unos cuantos caracoles se pasasen al cuerpo de su amigo-. Pues eso, lo que es la vida ¿eh?
-          Pues sí. Podría decirte muchas cosas, y tú podrías decírmelas a mí, pero concrétame por favor.
-          Ella misma crea la lluvia de palabras, solo para jodernos, y un caracol es vida, pero destruye las palabras con su ser. Lo que es la vida.
-          ¿Qué pensarán los caracoles?

Abajo, entre sus rodillas y tobillos, y entre explosiones y babas…

-          Yo me pido esta.
-          Jo, déjame una, quiero ser babosa… El caparazón me pesa.
-          ¿Qué pensarán los hombrecillos estos de nosotros?
-          No lo sé, pero mi vida va a cambiar para siempre con esta palabra. ¡Chao!

martes, 30 de noviembre de 2010

Luna fue, es, será...

Luna fue…
Familia cuando el sol quemaba el despertador
Agua, caminos, risas para acabar en una habitación
Luna fue…
Curiosidad que tuvimos los dos, sentados
Bebiendo estrellas de alcohol, tumbados

Luna es…
Palabras en mi cabeza rodando por la carretera
Dormir, dejarse la espalda, vivir en escena
Luna es…
Tu vida, la mía, ambas escaleras, tropezón
Tu herida, la mía, que uno sí y otro no

Luna será…
Tiempo, gente, sueños, a grandes rasgos
Lo que hasta ahora han sido sus años
Luna será…
Lo que tu dios quiera que sea, seremos
Saldrá todas las noches, tras días que no vemos

Luna fue, es y será…
Ante todo, vosotros, ante todo, la realidad
Luna fue, es y será…
Ante todo, nosotros, ante nada, que es de verdad

sábado, 27 de noviembre de 2010

No mires (está bailando) [2].

-          Este lugar es una mierda.
-          Ya ves… ¡Joder!

Un codazo casi le tira la copa, su única salvación para aguantar en ese nido de desesperados insulsos. Si nadie estaba a su altura, ¿por qué se juntaban con ellos? Suponían que socializarse con la masa estúpida era parte de intentar ser normal.

-          Mira a ese, vaya idiota.
-          ¿Le conoces?
-          No me hace falta, míralo 5 minutos y después dime.
-          Mmm…- y observó a un tipo que bailaba cerca suya-. Vale, sí, es bastante estúpido. ¿Dónde aprenden a bailar?
-          ¿Quién te dice que eso que está haciendo sea bailar?

Los dos amigos rieron y siguieron observando a la gente. Siempre había alguien de quién reírse. Puede que quizás ellos no fuesen perfectos, incluso seguramente fuesen peores personas que los demás, pero les daba igual. Eran un par de genios, o al menos estaban locos.

El reloj se le debió estropear a uno de los chicos, pues el tiempo se paró en cuanto la vio entrar. Hasta ahora no se había fijado en la iluminación, pero le daba igual, para él todos los focos estaban puestos sobre ella. La luna no había salido esa noche hasta ese momento, ella hizo que se evaporasen las nubes que la tapaban. Entonces él se dio cuenta de que había una cosa que brillaba más que las estrellas esa noche. Esa sonrisa no podía ser real.

-          Pérdida momentánea de las facultades cerebrales. Tío, vuelve a la tierra.
-          Tío, acabo de viajar por todo el mundo en cuestión de segundos, y lo mejor está solo a unos metros de mí.
-          ¿De verdad te gusta?
-          Me atrae.
-          Dila algo. No te va a matar, creo.
-          No tiene pinta, pero… ¿quién te dice a ti que no lleva un arma oculta? Aunque ya me dirás dónde… Sí, allá voy.

Estaba hecho, un tipo como él tenía las de ganar. Era inteligente, diferente, con personalidad. Ella parecía estar buscando algo, y no sabía que estaba a punto de encontrarlo. Se acercó a ella y se tuvo que armar de muchísimo valor.

-          Eh…
-          Vaya, ¿eres idiota o algo así?- dijo ella. Parecía un poco borde.
-          No, yo…- venga, estaba chupado-. Eres perfecta.
-          No me conoces.
-          No me hace falta. Sin conocer a esta gente de nada, te puedo decir que la mayoría son idiotas. Mira a ese.
-          Ah- y miró al chico-. ¿Está bailando?
-          No sé. ¿Quieres bailar?
-          Mmm…
-          Qué estúpido soy, no se bailar- se apresuró a decir al ver que ella dudaba. Más vale una retirada con orgullo que un rechazo y un corazón roto.

Se fue y la dejó allí plantada con una mezcla de indiferencia y de sorpresa. Volvió a donde está su amigo y se colocó de espaldas, de tal forma que ella no pudiese ver la cara de gilipollas que tenía.

-          ¿Qué hace?
-          No mires, está bailando.
-          ¿Sola?
-          Eso parece. Es un poco rara. ¿Quién querría bailar con ella?

Él. Él quería bailar con ella. Y no sabía como, pero bailar era lo de menos. Quería estar tiempo con ella, hablar con ella, correr con ella, saltar, reír, cantar, llorar, gritar, escribir, ir al cine, ir a pasear, salir, beber, sangrar, matar. Lo que fuese, pero con ella. Le parecía curioso. ¿Por qué a una persona le atrae otra sin conocerla? Y decían que el físico no cuenta. Y es verdad que no cuenta, pero él tenía la certeza de, que si por fuera estaba bien, por dentro era mejor.

-          Voy a hablar con ella otra vez.
-          Allá tú. Te espero aquí con la escoba para barrer los trozos de pseudo-persona que queden de ti. No mires ahora, está bailando- hizo una pausa-. Ve ahora, ha parado y se ha acercado a beber algo a aquella mesa de allí.

Ella le vio acercarse. Sonrió un poco. Pero no era una sonrisa de alegría. Mas bien era una sonrisa de “prepárate, estoy a punto de arruinar tu vida”, pero le dio igual. Ella tenía un imán para su sufrimiento de acero. Los pies se movían solos y la boca se movía sin permiso de la razón.

-          Hola, soy el idiota de antes…

martes, 23 de noviembre de 2010

Y qué si llueve.

Coge su guitarra para pelearse con los gatos
Por la noche en un callejón, nunca va a esperar al sol
Nunca se hace de día, nunca crece ninguna flor
Pero él ya tiene sus cartones, eligió antes que ser rico
Ser feliz y pobre y respirar muerte para el pulmón

Y qué si llueve puede taparse la inspiración
Siempre hay algo de chatarra y tela en su seco corazón
Cada gota le afina las cuerdas de su musa, de su amor
Él pone la letra, y ella la melodía
Él crea sentimiento y ella lo convierte en poesía

Coge su guitarra para pelearse con los perros
Los días nublados en un callejón, alguien se asoma al balcón
Alguien tiende sábanas, alguien tiende almas sin ocupación
Pero él ya tiene su canción, es para esa chica
Para la más bonita que ve desde su castillo de cartón

Y qué si llueve puede taparse la cabeza
Con cualquier mierda que le tire su princesa
Cada gota le afina la voz, para regalársela a su amor
Él pone los “te quiero” y ella pone los “yo no”
Él pone la sangre, y ella las agujas de su dolor

Coge su guitarra para pelearse con las ratas
A cualquier hora en un callejón, después de tomar la decisión
Después de estrujar su mente con las ideas de muerte
Pero él ya lo tiene todo pensado
Arrancar las cuerdas de su guitarra y todo habrá terminado

Coge su guitarra para pelearse con los gusanos
Después de su muerte en un callejón
Que se comen sus penas y sus miserias
Causados por la chica de blanco del balcón
Que suerte tiene la maldita que ya no le molestan
Las canciones que hablan de su vida perfecta

Y qué si llueve pueden tapar el cadáver
Pero nunca podrán quitar el recuerdo
Entre animales del pobre ahorcado
Que confesó en su último suspiro
Morir por estar enamorado


Gracias Mario =D

sábado, 20 de noviembre de 2010

Y si nada sale bien [1].

Volveré a empezar de cero.

-          ¿Sabes? Me gustaría que siempre fuese julio de noche
-          ¿Por qué?
-          Ya lo sabes.

Y empezaron a andar. Su amigo no quería seguir con el tema, así que hablaron de cosas más banales.

-          Tronco, las camas vuelan.
-          Lo se, el mundo de los sueños es una isla, y los barcos están muy desfasados.
-          Pues sí. Hay que tener cuidado y saber conducirlas, una vez casi me choco contra una bandada de cocodrilos voladores.
-          Esos son los mejores sueños, dignos de un cuadro de Dalí. Apuesto a que mis topos con bazooka los derribarían sin problema. Si el cocodrilo fuese a atacarles desde arriba, se ocultarían en algún túnel.
-          Puede, pero a lo mejor no los verían, los topos son cegatos perdidos.
-          Mmm… sería una batalla espectacular. Al menos no soñamos con unicornios.
-          Ni con dragones.

Entraron en una tienda a comprar algo de beber. La gente los miraba, y era normal. No eran los típicos chicos que te podrías encontrar por un barrio como el suyo. En cierta manera eran elegantes, un par de dandys adaptados. Empezaba el invierno, y el sol frío les daba en la cara mientras caminaban.

-          ¿Y con esta qué tal?
-          ¿No querías cambiar de tema?
-          Sí, pero no se me ocurre nada.
-          Pues ya sabes. Julio de noche, era lo mejor. Y ahora… ahora si nada sale bien, volveré a empezar de cero.
-          Como siempre pues.
-          ¿Y tú qué?
-          Pues ya sabes. Un poco de allí, otro poco de allá. A veces pienso en sentar la cabeza, pero no tengo mucho tiempo libre. Parece mentira el presente que ocupa el futuro eh.
-          Sí, tienes razón. Apuesto a que los topos y los cocodrilos no tienen ese problema.
-          Es lo que tiene ser sueño. ¿quién te dice a ti que nosotros no somos un sueño? Además el sueño de un hijo de puta.
-          Pero que muy hijo de puta. Ya podría soñar que nos pasa algo bueno, y no que tengamos que estudiar y demás.
-          Si por ti fuese, vivirías siempre sintiendo, te alimentarías de ella, respirarías de su perfume, ya sabes, cursiladas de esas.
-          Sí, pues tú vivirías de sexo y libros.
-          ¿Para qué más?
-          Mmm… tienes razón. Cuidado.

Un enorme trozo de edificio se desplomó a su lado. Y de repente todo se volvió en blanco y negro. Todo se derrumbaba a su alrededor, y los vagones del metro aparecían saltando, emergiendo desde la profundidad de las calles, como serpientes marinas en medio del agua. Sin embargo a ellos no les pasaba nada, y seguían caminando tranquilos.

-          Si antes lo dices, antes pasa.
-          ¿Somos sueño? ¿Y quién puede soñar una estupidez así?
-          No sé, pero esto en julio no pasaba.
-          Nada sale bien.
-          Habrá que empezar de cero.

Mientras, en el mundo real, un cocodrilo volador intentaba dormir. Y lo que provocaba el derrumbamiento de su sueño, no eran más que bazookazos lanzados por su eterno rival, el topo.

martes, 16 de noviembre de 2010

Ella, ella, ella (y Marea).

Me bastan dos horas de felicidad a tu lado,
que no se llama arriesgar si se sabe que es fracaso.
No quiero ser un poeta para tenerte a mi lado.
No quiero ser un poeta contigo.
Pero qué digo, si lo que escribo sale de tus labios.

Cantemos algo típico de la luna sola en medio del cielo,
que te he visto en cada palabra de lija y terciopelo.
Gritemos cosas de la primavera que llena de flores el suelo
y de cómo las pisas antes de remontar el vuelo.
Pero qué digo, si te vas después de los miedos.

Ella, ella, ella, está en cada canción de Marea,
y no consigo saber cual de los dos
es más perro verde, más ladrador, menos mordedor.
Lo pueden llamar plagio o inspiración
que a mi me la suda y que con palabras
he juntado las partes más sucias de mi corazón.

No necesito un lápiz que sepa dibujar,
me bastan dos sentimientos que se lleven mal.
Que yo también me orino en ese destino,
no me vale nada si no estoy contigo.
Pero qué digo, lo vuelvo a buscar.

Cantemos que algún día te pincha la soledad,
que destiñen tus pestañas tus lágrimas de mar,
que ventea el viento los alfileres de tu vestido azul,
que barniza el cierzo tu pelo como el betún.
Pero qué digo, si en cada canción estás tú.

Ella, ella, ella, está en cada canción de Marea,
y no consigo saber cual de los dos
es más perro verde, más ladrador, menos mordedor.
Lo pueden llamar plagio o inspiración
que a mi me la suda y que con palabras
he juntado las partes más sucias de mi corazón.

Pero qué digo si veo su sonrisa de plata,
que no hay cosa más incandescente.
Pero qué digo, si diga lo que diga me mata.
Tendré que hacer como el viento de poniente,
como el humo de mis venas que me miente.

Gracias a Javi Feu por la discografía. Un abrazo Javife! =)

domingo, 14 de noviembre de 2010

Plátanos y albaricoques.

Nuestro querido protagonista sale de su casa, despreocupado, pensando en el agradable paseo que se dispone a dar bajo el resplandor del sol. Los pajarillos cantan y salen de sus nidos para buscar gusanos que llevarse al pico. Las mariposas vuelan torpemente camuflándose con los colores de las flores, flores que son atacadas por las abejas en busca de miel. Un día primaveral como otro cualquiera.

Piensa que no hay nada que pueda estropearle el día, pero se equivoca. Yo, el autor, estoy aburridísimo, y pretendo pasar un rato divertido a su costa. El protagonista, en su pequeño mundo imaginario de mi mente, me mira, empezándose a preocupar. Para él soy como un dios, dueño de su destino.

-         No me hagas nada malo, por favor- me implora-. Yo solo quería dar un paseo agradable, tal vez tomar un helado, comprar el periódico, sentarme en un banco…

Pobre de él, ya le estoy haciendo que se dé media vuelta para ir a por un paraguas, pues el cielo se está nublando, y me apetece convertir el tiempo en otoño. Todo ha perdido bastante color, y el suelo cruje bajo sus pies por las hojas secas caídas.

-         Bueno, el otoño tampoco está mal, puedo comer castañas asadas. Que sepas, oh maldito creador, que no me voy a rendir en tu batalla contra el aburrimiento.

Le hago pasear, mientras camina se encuentra con un par de vecinos, van de negro y se dirigen a un entierro, en el bosque, en las afueras del pueblo. Si me aburro mucho, puedo hacer que se pase por allí, para darle un toque de emotivismo al relato.

En el fondo me da pena, así que voy a concederle las castañas que me ha pedido antes. De la nada, hago aparecer un puesto, con su anciana dependienta y todo.

-         Déme un cucurucho de castañas, por favor.
-         No tengo, solo me quedan plátanos caramelizados y albaricoques asados.
-         Maldito cabrón- dice el protagonista, mirando al cielo, donde cree que debo de estar-. Bueno, pues déme un albaricoque de esos.

Al menos le he concedido algo que llevarse a la boca, y además calentito, porque hace un poco de frío.

Prosigue el protagonista su paseo cuando hago aparecer otra desdicha. La chica de sus sueños, o al menos la que lo será a partir de ahora. Solo tengo que hacer un par de cambios en su corazón y listo. Nuestro amigo le echa valor y la saluda, veamos cómo me divierto.

-         Eh… hola
-         Hola- contesta ella, sonrojándose.
-         ¿Eres nueva en el pueblo?
-         Pues claro, ¿no has oído que me acaban de crear?
-         Sí, sí, perdón, no es culpa mía, en realidad quien te creó a ti es también el que me creó a mí, y no sé por qué está empeñado en hacerme putadas varias.
-         No te metas con el creador, o lo pasarás mal ¡fatal!
-         ¿Peor aún?- vuelve a mirar hacia arriba con desesperación-. Bueno, a lo que iba… ¿te apetecería que quedásemos algún día para tomar algo?
-         ¡Claro que sí! Me llamo…- y no dijo nada más, porque la hice desaparecer en ese momento.
-         ¡Maldito cabrón! Me estás arruinando el día… ¡si quieres hacer algo más, hazlo ya!- y justo en ese instante, hice llover mientras sonreía malévolamente.

Como no soy tan mal dios, le hice refugiarse en un viejo y destartalado bar. Le pidió al camarero una botella de absenta y un vaso de chupitos. Yo nunca he bebido absenta, pero me han contado que es puro fuego, así que a ver como termina nuestro protagonista.

Hora y cuarto después, sale del bar completamente distinto de cómo entró, despotricando contra el amor y amando al despecho, pues gracias a él, se ha metido para el pecho, líquido para no ver. Que rima me ha quedado y cómo va nuestro amigo. Apenas se tiene en pie.

-         Yo solo quería pasear… y pum! Mira como he acabado. Me has jodido maldito escritor. Has creado en mí sentimientos, ilusiones, cosas de esas…y en unas cuantas líneas me lo has quitado todo. ¿Qué te he hecho yo?

Pobre, si supiese que no me ha hecho nada… solo le hago comprender el tipo de cosas que nos encontramos la gente real, todo eso son problemas cotidianos. La gente tiene que vivir sintiendo, por suerte, él no es real, y esto no le durará mucho. Por cierto, andando has llegado al entierro del bosque.

-         Estamos aquí reunidos para decir adiós a los que se van- decía un cura con una parsimonia y un desánimo tremendo-.

En el entierro, alrededor del foso donde iría el ataúd, se encontraba la gente del pueblo, y para sorpresa de nuestro amigo, está su amada chica sin nombre y desaparecida. Los habitantes le miran con pena mientras el cura seguía con su discurso.

-         Tenía muchas formas de huir, pero terminó loco por solo, que mejor que solo por loco- acabó el discurso del cura.

El protagonista intentó decir algo, pero no pudo, no le dejé, e inmediatamente, empezaron a enterrarle, y él, inmóvil, se quedó quieto bajo la tierra, sin ataúd, en un entierro furtivo. Y nuestro protagonista, muy idiota él, no se extrañó de nada. Este no es lugar para un entierro. ¿Soy, o no soy un puto genio?