lunes, 15 de agosto de 2011

Loco.

Llamadme loco por querer deslizarme por su cabellera, no por diversión, sino para vivir una vez más con emoción. Llamadme loco por querer ser césped, no para estar a sus pies, sino para ser sus ojos verdes. Llamadme loco por querer ser oro y diamantes, no para brillar como ella, sino para ensortijarme y colgarme en sus orejas. Llamadme loco por querer ser viento, no para despeinarla, sino para que me respire y ser su aliento. Llamadme loco por querer ser infierno, no por los pecados y no por calentarla, sino para ser sus labios rojos.

Llamadme loco, porque me lo volví, no porque ella me hiciese caso, sino porque no encontraba más carne en su cuello para oler, besar, morder, tocar, vivir. Llamadme loco, porque me lo volví, no porque ella estuvo a mi lado, sino porque cuando me estaba cayendo me dio sus manos, para coger, apretar, besar, acariciar, tocar, vivir. Llamadme loco porque encontré donde acunarme.

Llamadme loco por querer ser cielo, no para cubrirla, ni verla desde arriba, sino para que vuele conmigo, para poder ser azul y ser ese vestido, enredarme en su cuerpo y no desprenderme hasta que se pase el verano. Entonces llamadme loco por querer ser quien soy para poder ser abrazo.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Tan (jodidamente) perfecta.


Le pregunté al destino cuando me iba a olvidar de ti
Y me dijo: prepárate que vas a tener que volver a vivir
Pero sé que si vivo otra vez y otra vez, te quiero conocer
Otra vez y otra vez, y volverlo a preguntar y repetir

Porque no hay un sol que alumbre más que tu mirada
Ni luna más blanca que tu sonrisa para dormir en la cama
Y es que eres tan perfecta que no hay quien nos pare
Quiero tenerte a mi lado, hacerte llorar, abrazarte y besarte

Voy a gastarme los pies para llegar de madrugada a tu ventana
Y cantarte los segundos que esperaré para verte por la mañana
Despiértate chica y sacúdeme tu pelo al sol, que se mueran de envidia
Los pájaros que vuelan y las mariposas flotando en nuestras tripas

Porque no hay más felicidad que tus besos en mi boca
Ni más hambre de mis labios que te vuelvan loca
Y es que eres tan jodidamente perfecta que no hay quien nos pare
Quiero tenerte a mi lado y decirte al oído que no te separes

Le volví a preguntar al destino y esta vez me dijo
Que mi sino eres tú, que deje de intentar olvidarme
Y es que eres tan perfecta que no hay quien nos pare
Porque esta vida no era para mi, hasta que empecé a besarte

Porque no hay mares más en calma que mi alma
Ni olas que lo agiten como me agitan tus palabras
Y es que eres tan jodidamente perfecta que no hay quien nos pare
Sólo una despedida en la que te diga que no te separes.

jueves, 4 de agosto de 2011

Descartes. [9]


-         Pienso y dudo, luego existo.
-         Muy típico, ¿no crees?
-         ¿Sabes tú alguna otra?
-         Pues ahora que lo dices, sí. "Los malos libros provocan malas costumbres y las malas costumbres provocan buenos libros."
-         Oh, muy buena.
-         Sí, pues a ver si alguien de por aquí toma el ejemplo y “provoca” aunque sea un libro medio decente.

Su compañero iba a decir algo, pero no pudo. Se tropezó con un montón de folios y lo desordenó, dejando el suelo de aquel lugar lleno de papelazos. De repente, se le puso un ojo morado. Ya sabían lo que estaba ocurriendo.

-         ¿Otra vez?
-         Pues ten cuidado, no prendas nada.
-         Se debe estar preparando para escribir algo, quizás un cuento de hadas.
-         ¿Qué mejor cuento de hadas hay que la vida misma?
-         Eso no es tuyo.
-         Ni tuyo.
-         Pero a mi me queda mejor.
-         ¿El qué?
-         Decirlo.
-         Pero… ¿tú crees que la persona que nos lea sabe diferenciar a uno del otro?

Evidentemente no. Pero lo que en realidad nos atañe, en especial a nosotros 3, es el título de… esto. Os digo que no va por el autor, pero estos genios ya la han liado. Descartes es lo único que va a haber por aquí.

-         ¿Por aquí?
-         Por el blog, idiota.
-         ¿Y qué tipo de descartes serán? Yo creo que todo lo que has subido hasta ahora son descartes. Quiero decir, tiene muchas cosas, pero sólo nos enseña lo que le da igual que se vea, es lo que descarta de sí mismo.
-         Entonces en lo que esté preparando que sea gordo va a haber cosas sobre su interior.
-         O no, y nos está engañando.
-         ¿Prosa o verso?
-         O ambas.

Me voy a descartar de muchas cosas, y con ellos más.

-         A ver que me hace decir.
-         Nos.
-         Eso.
-         “Si tienes alergia no te acerques a mí, que soy primavera en ebullición”. No está mal.
-         Podríamos haber esperado algo más.
-         Algo en verso quizás.
-         “Debes estar contenta,
             Que ya he perdido la cuenta
             De días tirados
             Pensando a tu lado.”
-         ¿Ya la ha olvidado?
-         Es cosa del verano.

Descartes por aquí. Descartes por allá.