jueves, 27 de marzo de 2014

Hagamos otra revolución.

Me bastan mi pancarta y mi lema
“Cierra los ojos y abre las piernas”
Habrá una marcha hacia tu cama
Pero sólo si quieres y me dejas
Me quedo hasta mañana

Hagamos otra revolución
Que lleve por nombre el amor
Guarda el fuego y las piedras
Pon en el puño el corazón
Y tíralo contra la acera

El mismo nombre y distintos bandos
El mismo sentimiento pero contrario
Que empiecen los golpes y la contienda
Hoy se van a pegar nuestros labios
Aunque no quieras

Hagamos otra revolución
Que lleve por bandera el amor
No me pongas más barricadas
Deja paso al corazón
Y aquí no ha pasado nada

Arden las calles con ruido violento
Cristales rotos y colchones secos
Que empiecen la guerra y la destrucción
Abrázame hasta los huesos
Y que los besos maten a la razón

Hagamos otra revolución
Al mismo grito de amor
Deja de dispararme
Que ya me duele el corazón
De tanto ignorarte.


jueves, 20 de marzo de 2014

Prosa poética del borracho.

     Me puse a beber y no me acuerdo de qué, sólo sé que abrí la botella, después, un par de ellas, y así hasta que el olor del alcohol borró el de tu flor. Hasta que lo que corría por nuestros cuellos borró tu recuerdo, o lo intentó. Fui acumulando tapones a mis pies y etiquetas sobre la mesa, lágrimas encima de un papel y quejidos como tijeras.

     Cuando iba por alguna de más, caliente, sin hielo ya, el cuarto empezó a girar, a dar vueltas y vueltas. Yo, preocupado, miré a la estantería, y grité alguna tontería: “Si no paras de girar se van a caer todos los libros y se va a llenar todo de letras y voy a tener que cogerlas, y con la mirada empañada, se me van a juntar en bonitas palabras, que sin que yo quiera, voy a pegar y te las tendré que regalar, por si te apetece echármelas en cara a la hora de hablar”. Pero todo siguió girando y nada se movió, entonces miré a la televisión y tenía miedo de que por culpa del girar de la habitación, el señor de dentro se cayera y se abriese la cabeza y me llenase todo el suelo de sangre, y todo porque no quise olvidarte y me puse a beber, y ahora el de las noticias se puede caer. Ya no podrá contar historias, sube y baja como una noria, así que fui a cogerle y me metí dentro y le dije: “Agárrate fuerte a la mesa, que por culpa de una chica, se han abierto unas botellas y lo de ahí fuera va a la deriva”. Todo lo que dije salió en todas las televisiones, conmovió corazones, pero me consta que cambiaste de canal, así que me fui otra vez a girar. Pensé que si seguía bebiendo acabaría durmiendo y al despertar, todo habría dejado de girar. Dicho y hecho, me provoqué sueño, até mi pelo a la almohada, por donde vi que caminabas para no dejarme en paz. ¿Por qué en los sueños si me quieres y cuando despierto te vas? Tienes complejo de luna y con el sol, hasta nunca más. Me cogiste de la mano, y susurraste en mi oído que me querías hacer daño y que nunca me habías querido. Ya ni en sueños, sólo en pesadillas, será por los viejos tiempos o por la bebida. Cuando vi tu mano salir de tu brazo, dirigirse a mi cara y darme una bofetada, desperté.

     Efecto secundario, resaca bien temprano, no me quise levantar, porque aunque nada se movía por fuera, por dentro estaba a punto de explotar, y voy a llenarlo todo de pota, con mi cara roja, de una asquerosa masa pastosa, hecha de ron, ginebra, sangría, cerveza o qué sé, con tropezones de tu mirada, con cachitos de tus labios, y todo eso lo podré limpiar, pero hay algo peor, y es que el olor durará más.

     Qué bonita comparación, “tú” con una “mala digestión”, voy a tener que sentirme mal más a menudo y echarte la culpa de destrozar mi mundo. Necesito Ibuprofeno, tanto para la resaca como para tu veneno.


jueves, 13 de marzo de 2014

Criminales / Cielo de Alaska.

Vamos corriendo por encima de nuestras posibilidades
Y no sé si silbas tú o silba el viento
El aire que nos viene siguiendo
Tumbando nuestros instintos profesionales

El frío de la noche nos encuentra tiritando
Y no sé qué es lo blanco, si tus dientes
O el brillo de tus ojos en un copo de nieve
Que van derritiendo puñaladas de abrazos

Y mira, mira cómo resalta
La aurora boreal en el cielo de Alaska
Mientras un par de criminales
Se escapa de la sangre por las calles

¡Que alguien los atrape! Grita algún vecino asustado
Y no sé si alguien nos ha visto
Y a nuestros besos hacen corrillo
Es demasiado tarde para habernos escapado

La cárcel nos encierra con sus barras de hielo
Y no sé si estaremos juntos
O nos separará un mundo
En este paraíso helado que es el infierno

Y mira, mira cómo resalta
La aurora boreal en el cielo de Alaska
Mientras somos dos criminales
Actuando como enamorados normales

Y aquí dentro la libertad huele distinto
Y no sé si tu pelo se hiela
O si el vaho lo aleja
Pero sé que encerrado no estoy contigo

Y mira, mira como resalta
La aurora boreal en el cielo de Alaska
En medio de la noche
Enseñando colores
Escondiendo a dos criminales
Enamorados oficiales.