lunes, 26 de septiembre de 2016

(Mi) Stardust

Salté un muro con el único miedo de no volver,
sin importar las brujas, sólo desaparecer.
No me sirven tus ojos si al mirarnos
no nos entendemos, si me estoy ahogando.

No sé qué hago aquí ni cómo he llegado,
creo que me trajo un pirata volando
y desde aquí, te veo temblando.
Me pides que vaya a buscarla,
si es por amor, no hará falta encadenarla.
Me seguirá al son de los rayos chocando
contra nuestras espaldas.

Se cayó la estrella y la fui a buscar
para irme a encontrar
con las farolas de tu barrio.
Y ahora que voy de morado
ya sé de qué color pintar
lo que no hemos borrado.

Fuimos todos a una siguiendo su estela,
quién se encontró una luz, quién una vela.
No me sirve vivir contigo ochenta años
si más que reír, siempre estoy llorando.

Ya no sé quién soy ni cuál es mi suerte,
seguro que darle por culo a la muerte
y que se olvide de nuestras caras.
Si quiere llevarnos se va a encontrar de frente
con una lluvia de espadas
que va a hacer temblar toda una ciudad
y después nosotros la cama.

Se cayó la estrella y la fui a buscar
para irme a encontrar
con las farolas de tu barrio.
Y ahora que voy de morado
ya sé de qué color pintar
lo que no hemos borrado
y que hoy he recordado
tal vez por tu ausencia,
tal vez por mi carencia
o mi apetencia al pasado...


Pero no quería estar allí.


miércoles, 14 de septiembre de 2016

Ojalá

     Ojalá el sol haga siempre brillar tu pelo. Ojalá dejes de quemar la almohada. Ojalá no te moleste nunca más la luz al despertar para no ver cómo cierras mucho los ojos y no puedas verme. Ojalá las sábanas sobre las que descansas no sean esas tan blancas que dejan a tus dientes en evidencia. Ojalá no suspires al mirar por la ventana y ver siempre el mismo paisaje. Ojalá no te doliese estirarte por las mañanas. Ojalá pudiese despertarme más tarde que tú, pero no puedo, porque verte al amanecer es más bonito que el amanecer mismo. Ojalá pudiese llevarte el desayuno a la cama en mejores condiciones. Ojalá esas flores hiciesen que este cuarto oliese mejor. Ojalá tu risa mientras desayunas sea para siempre. Ojalá pasear contigo de la mano fuese eterno, pero ojalá fuese en otro lugar. Ojalá estar contigo siempre en la ducha, ojalá estar siempre en la cama, ojalá todo siempre contigo, pero no así. Ojalá no llorar, ninguno de los dos, y ojalá reírnos al acordarnos de todo esto. Ojalá no te estés muriendo en un hospital. Ojalá yo en tu lugar.


jueves, 1 de septiembre de 2016

Tanto hemos cambiado

Me ha costado volver. No creo que esto sea lo mejor que he escrito, y puede que no sea una gran bienvenida, pero es lo que hay, es lo que me ha salido, y me gustaba en un principio. Intento no leerlo mucho para no cogerle manía. Aún no sé si es por un lugar, por una persona o por las dos cosas, el caso es que aquí está y es todo vuestro.

De no tener tiempo para vernos,
a pensarnos todos los días.
Tú te peinabas tu pelo de olivos,
yo sólo tierra y ceniza.

No tenemos tiempo para recuerdos,
salvo las curvas de Egina.
Aprendí a no estar contigo,
ahora me repaso tu vida.

Tanto hemos cambiado, pero el mar...
Tanto hemos cambiado, pero tus ojos...

De no querer tocar tu cuerpo
a borrarte con caricias.
Tú te desangrabas los labios,
yo mordí de tu sandía.

No queremos robarle al viento
más azoteas de lunas amarillas.
Me arropé con las sombra de los pinos,
me destapó la compañía.

Tanto hemos cambiado, pero el mar...
Tanto hemos cambiado, pero tus ojos...
Todo me llenaba de sal,
en los dos me podía ahogar...
Ahora sé que nunca me dejaste solo,
que yo te dí poco y tú me diste todo,
pero el mar...
pero tus ojos...
Siguen igual,
siguen llorosos.