Estoy matando el silencio para que no duela
porque es él o yo y estoy harto de tanta mierda.
En tu barrio huele a vainilla, es un secreto a voces,
has sido la luna que más brilla y no quiero que me destroces.
Has espantado todos mis males
que no son más que yonquis en los portales
por donde entrar a los recuerdos,
me apuñalan los malos momentos.
Ha llegado el desastre natural…
Saltar, soltar, todo duele igual.
Como una tormenta, quién te gobernara,
un terremoto, tsunamis, las ruinas en la lava,
en la nada…
Estoy controlando la galbana, la cocina sigue vacía;
has plantado las murallas pero son solo ceniza.
Pienso mucho en ti, la música suena de otra manera,
hemos nacido en este jardín sin saber que acabaría la primavera.
Llegarás como llegaste con la calma,
con gotitas de paz rezumando por tu espalda,
por donde lamerte hasta los huesos,
sabes mejor que Londres en invierno.
Ha llegado el desastre natural…
Saltar, soltar, no saber volar
porque hay tormentas, quién nos salvara
de terremotos, tsunamis, de morir en la lava,
de quedarnos en nada…