jueves, 15 de diciembre de 2022

El tambor de mi caballo

 Están bailando las piedras ahora que viene el otoño,

siguen el son del odio que cantan nuestras letras.

Qué de espuma tiene esa rabia cuando dices "monstruo",

pero ahora que estoy solo no duelen las mañanas.


Y se hará largo este invierno como una despedida,

como el aire sin prisa cuando muera este verso;

que se ha chocado con un bardal que cuida el corazón,

ya nunca seremos dos, solo la inquina será par.


Vete, al tambor de mi caballo que ya no tiene amarre

porque no hay pecho cobarde a la sombra de tus manos.

Corre, mis caballos tocan el tambor con la piel tensa,

ya dormirán la hoguera cuando prenda el último restregón.


Está descosido el traje blanco por la punta de una llave

que cierra lo que ya sabes porque nunca cesa este rayo.

Qué de rojo tienen tus ojos cuando vas contando

que si veo una flor en un charco me ahogo.


Y se hará breve esta estación cuando caigan las caretas,

cuando sigamos la estela del eco al gritar "adiós",

que resiste en esta gruta y resonará por siempre

como decir lo que duele y que sangre la amargura.


Vete, al tambor de mi caballo que ya no tiene amarre

porque no hay niños cobardes colgando de un árbol.

Corre, mis caballos tocan el tambor ya con flojera,

huelen el humo de la hoguera agostando el amor.





miércoles, 23 de noviembre de 2022

Esta sangre de quién es

Ay, cómo canta el río como lo hace la sangre

debajo de su piel. Estas orillas de jacintos

lavan cristales que suenan a vals vienés.

Hasta en tu hombro llorará la muerte

porque eres consuelo y atardeceres.


Ay, cómo baja de la montaña blanca la nieve

como en su cuerpo. Estos panderos de madrugada

cada vez que vuelves, ese martillo en mi pecho.

Hasta la casa es un laberinto

sin tus fotografías en los pasillos.


Y me pregunta la soledad lastimosa de dónde vengo;

a ti qué se te importa, si del bronce o del veneno.

Y mi desamparo al ver arder los romances nunca escritos

no puede con tanto querer que cuelga en un junco torcido.


Ay, cómo trotan caballos como lo hacen los dedos

por su espalda. De estas rosas me quedo con el tallo

que ya está el campo yermo por mucho que esté llorada.

Hasta en tu pelo se esconde el sol

porque eres un mundo de lluvia y marrón.


Ay, cómo vuelve la primavera en tus prados

como en tu figura. Esta risa que nunca llega

es un cisne sin el canto, es la noche sin la luna.

Hasta la casa está en ruinas

sin tus manos para zurcirla.


Y me pregunta la soledad lastimosa de dónde vengo;

a ti qué se te importa, si a veces gano y a veces pierdo.

Y mi melancolía al ver romper los romances nunca escritos

no puede con tanto doler que se muere cuando estoy dormido.

Y me vuelve a preguntar la soledad lastimosa

si llevas en tus muslos campos de amapolas,

si llevo yo la sangre de Soledad Montoya.




domingo, 23 de octubre de 2022

John Boy

No soy un santo pero tampoco una puta,

no soy basura pero estoy destrozado.

Tan boreal pero tan apagado,

lo tengo claro en esta ambigüedad.

He estado pensando sobre cómo pensar

y solo me veo caer. No te estoy engañando

y te vas a decepcionar otra vez.


No soy un tipo elegante pero tampoco un despojo,

no soy un demonio pero en mis infiernos te quedaste.

Tan cordial pero tan lleno de mierda,

no es que me muera pero la vida se me da mal.

No tengo un don y es un misterio

conocerme tanto. No soy lo mejor,

lo que tengo es lo que te he dado.


Y como en esa canción, también llevo media vida huyendo;

me estoy conociendo por dentro y es lo que soy…

No tengo miedo a la muerte, simplemente no quiero;

guarda las cuchillas tras el espejo, no me apetece verme.


No soy el rock and roll pero tampoco una balada,

no estoy en calma en casa hay un ciclón.

Tan mojado pero la ropa está seca,

siento que el ego pueda pero me estoy esforzando.

He estado pensando sobre cómo pensar

y solo salen canciones. Te he estado dedicando

el pensamiento circular todas las noches.


No toca rezar pero tampoco es una blasfemia,

mientras la gente llega no dejo de escapar.

Todo tan gris pero tan encendido,

me he prometido no dejar de escribir.

No tengo en un don y es un misterio

conocerme tanto. Es una oración

sobre dolernos y seguir resucitando.


Y como en esa canción, también llevo media vida huyendo;

me estoy conociendo por dentro y es lo que soy…

No tengo miedo a la muerte, simplemente no quiero;

guarda las cuchillas tras el espejo, no me apetece verme.




jueves, 13 de octubre de 2022

Simbelmynë

Esta casa ya no es casa, sus paredes son el lugar

donde se pudren las entrañas y no he de brotar.

La vida antes de ti era blanca y negra

y yo te pinté de gris, yo te pinté las penas.


Este mar ya no es mar, no parece conocer orillas;

ya empiezo a llorar y a besar el suelo con las rodillas.

Las flores antes de ti eran todas un eclipse,

ahora son todas marfil, son todas nomeolvides.


Esta cama ya no es cama, es un reguero de muertes

que llevo a mis espaldas y donde la vileza crece.

El aire antes de ti era toda una corriente de besos

y ahora solo saben de huir y de la muerte del deseo.


Este mar ya no es mar, sus tesoros solo son dos anillos;

y lo que tenga que llegar será el laurel y un zafiro.

Un gato antes de ti era la luna follando en los tejados

y ahora es todo el dormir en el hueco que has dejado.


Esta ducha ya no es ducha, no moja pero ahoga

y de sal será la tumba y flores blancas que adornan.

El agua antes de ti corría por el lecho de tu espalda

y nada lo que tenga que decir, salen húmedas las palabras.


Este mar ya no es mar, son los restos de tu piel

que han echado a sudar el olivo que volveré a ver.

La tierra antes de ti era un suelo firme y casa,

ahora son más ruinas de un país y el tiempo pasa.






jueves, 24 de marzo de 2022

Hundiste Lemuria

He soñado con la saliva en la nieve,

la lascivia entre los dientes, mismo laberinto

 y distinta salida pero siempre eres

el rayito de luz que asoma en el exilio.


Pon los vasos del revés y atrapa debajo el tiempo,

sácame de mi vida en silencio; envejecer y morir

en Topanga Canyon Road pero insatisfecho

porque tus besos ya no sabrán de mí.


Tú, tan grande que tapas la luna,

llorando hundiste Lemuria y sé

que en este albero respira mi ruina

y después de ti ya no sabré qué perder.


Me despierto porque me está mirando el miedo,

solo soy yo desde dentro porque este malear

que llevas colgando no es amigo pero tampoco ajeno;

ha salido de mis tripas hacia el río a lamentar.


Pon los relojes a deshora y que nos la sude el tiempo,

en este “siempre” nos tocaremos para pedir perdón,

se me ha dado mal entenderte entre mis dedos,

se me ha dado mal entenderte como una adoración.


Tú, tan de plata que te envidia la luna,

llorando hundiste Lemuria y sé

que entre otras tierras sembraré la tuya

porque si te vas solo puedo saber perder.


Yo puse la cuerda y tú hiciste el nudo,

en mi garganta ahora vive desnudo

y solo le salva el roce de los caracoles,

la mirada que hace de noche mil soles,

una nariz que me apunta al cielo,

la boca que sopla y congela el infierno

y si me acuerdo me tengo que olvidar

de las nubes, la tierra, la nieve y el mar

porque si hundiste Lemuria

en tus manos navegaremos

pero nunca, nunca

naufragar.








miércoles, 2 de marzo de 2022

Hacer crack

Me gustaría decirte que este bucle

nos atrapa a los dos.

Que está el cielo sin nubes

y que apenas me sale la voz.

Que estoy como los lobos en invierno

mirando el fuego de lejos.


Me gustaría decirte que va regular,

me vuelvo a dormir y sale mal.

Que algo ha hecho crack en un hotel

pero los espejos siguen enteros;

son trozos de alma a mis pies

pero también son un reflejo.


Me gustaría decirte sobre la pena

y la paz que trae la canción.

Que me muerde la sangre en las venas

todo lo que sea sobre los dos.

Que intentando no olvidarte

solo aprenderé a recordarte.


Me gustaría decirte que te estoy escribiendo,

me sale mejor hablar por los dedos.

Que hace tiempo que me duelen tus ojos,

hace tiempo del tiempo de oro.

Que a veces no tenemos fuerzas

pero un abrazo siempre será tesoro.


Me gustaría decirte que tengo miedo

al polvo, a perdernos en el eco.

Que esa canción no deja de sonar

y solo habla de las drogas y volar.

Que solo nos escupimos veneno

y no derretimos la escarcha de los cuerpos.


Me gustaría decirte que te veo en cada verso,

que ensancho el alma si te huelo,

nos estamos muriendo de pena;

hace ratos que ya no vuelo

porque me enredo en los problemas

y tengo la tripa contra el suelo.




martes, 15 de febrero de 2022

Cerdo trufero

No todos los inviernos son ausencias,

hay veranos de sangrar letras

pero me da igual la estación que llegue

según pasen los meses

si tú estás conmigo…

Y pararlo todo entre tus hombros,

la luz, la noche, las razones que nos vuelven locos.

Y hozar como un cerdo trufero

buscando la comida entre tu cuerpo;

y retozar como dos gatos

después de beber los charcos

de esta lluvia impaciente…

Lo más dulce se inventó al morderte.


No todo el sudor es fruto del estío,

estas gotas te llenan el ombligo

pero me da igual que sea todo ternura

y lo más lejos dos espaldas desnudas

cuando estás conmigo…

Y que no pase ni el tiempo entre nosotros,

ni horas, ni minutos, ni el crujir del otoño.

Y escarbar como una liebre en tu madriguera

buscando tus vacíos con la boca llena;

y triscar como bicho de campo

después de esconder lo más dorado

de esta tierra que florece…

Las flores se inventaron al olerte.


No todos los viajes tienen un destino,

por tu geografía me importa más el camino;

a más pasos menos aliento,

que ninguna huella me la borre el viento

hasta que llegues conmigo…

Y pararlo todo en la palma de tus manos,

el agua, el fuego, empapados no queremos apagarnos.

Y hocicar como un perro en un escombrero

buscando llenar la andorga comiendo pecho;

y solazarse como unas bestias salvajes

en la cuenca del cruce del nido sin aves

que volaron de tu pelo a ninguna parte…

La libertad se inventó al besarte.




 

sábado, 22 de enero de 2022

El desastre natural

Estoy matando el silencio para que no duela

porque es él o yo y estoy harto de tanta mierda.

En tu barrio huele a vainilla, es un secreto a voces,

has sido la luna que más brilla y no quiero que me destroces.


Has espantado todos mis males

que no son más que yonquis en los portales

por donde entrar a los recuerdos,

me apuñalan los malos momentos.


Ha llegado el desastre natural…

Saltar, soltar, todo duele igual.

Como una tormenta, quién te gobernara,

un terremoto, tsunamis, las ruinas en la lava,

en la nada…


Estoy controlando la galbana, la cocina sigue vacía;

has plantado las murallas pero son solo ceniza.

Pienso mucho en ti, la música suena de otra manera,

hemos nacido en este jardín sin saber que acabaría la primavera.


Llegarás como llegaste con la calma,

con gotitas de paz rezumando por tu espalda,

por donde lamerte hasta los huesos,

sabes mejor que Londres en invierno.


Ha llegado el desastre natural…

Saltar, soltar, no saber volar

porque hay tormentas, quién nos salvara

de terremotos, tsunamis, de morir en la lava,

de quedarnos en nada…