A mí quítame ganas y verás que en mis manos
queda el ruido de los pasos que se escapan de madrugada.
Tráeme vino y saldrán en estampida
todas las canciones prometidas que nunca te he escrito.
A mí dame un bate que esos monstruos en el parque
esperan por mi carne, en tus labios aún queda sangre.
Tráeme cerveza y te juro que jugamos
a la lluvia en los zapatos de Leiva.
Por si decides venir, yo ya solo espero
a que hagan efecto estas pastillas para dormir.
Que he estado viviendo como una vela en el viento,
solo fue perfecto cuando no pasaba el tiempo.
A mí dame una revolución y verás que son hermosas
las taquicardias y sus sombras tatuadas en el corazón.
Tráeme ouzo y también pon el hielo
que llevas entre los huesos y siempre fue tuyo.
A mí quítame noches que me vale con el mar
para echarme a bailar y en las olas tu nombre.
Tráeme mistela y no sabré lo que digo,
escribiré sobre mí mismo en un par de poemas.
Por si decides venir, yo ya solo espero
a que hagan efecto estas pastillas para dormir.
Que he estado viviendo como una vela en el viento,
y como dice Elton, sigo de pie después de todo este tiempo.