domingo, 2 de diciembre de 2012

Y si me muero.

Seré ceniza voladora, gris viajero
Una mota de polvo sin peso
Un pequeño rasguño en tu pecho
Será tu vestido negro, raya corrida
Irás sin venda en la herida
Y llorarás allá donde esté mi lecho

Seré un alegre recuerdo, tu sonrisa
Moverte el pelo siendo brisa
Un pequeño susurro nervioso
Será tu mano libre, los dedos sueltos
Que cogen aire echando de menos
Lo que una vez fuimos nosotros

Y si me muero
Que me entierren en Epidauro
Es por mi espíritu griego
Que vive del teatro
Y sólo sabe de dioses viejos

Seré una sombra, hoja de un ciprés
Como siempre he estado a tus pies
Un pequeño siervo de tus besos
Será tu boca, tus labios vacíos
Y que eso no pasaba conmigo
Y chocarás de bruces contra el viento

Seré un alma marchita, que vuela
Que sólo pesan las cadenas
Un pequeño nudo a tu corazón
Será tu mano firme que la sujeta
Y el miedo a que no vuelva
A lo que un día fue mi pasión

Y si me muero
Que me hagan cenizas
Entiérrame en tu cuerpo
Que vive de mi vida
Y no me quiere lejos

Seré un poeta, seré un diablo
Seré tuyo y seré tu barco
Un pequeño viaje al placer
Será tu tristeza, tu llanto
Serás mía y serás de tantos
Lo que un día pude querer

Y si me muero
Que me entierren en tu casa
Es por mi espíritu burladero
Que no sabe qué pasa
Y que por eso muero.

jueves, 25 de octubre de 2012

Obligación.

Escribir, escribir, escribir, escribir, escribir, escribir, escribir, escribir, escribir... Inventar, crear, moldear, configurar. Tener ideas, darles forma y plasmarlas. Puede que se me dé más o menos mal, o más o menos bien, hay cosas buenas, hay cosas malas, pero lo importante es hacerlo, porque sino si que no habrá cosas buenas ni malas. Escribir como obligación hacia mi mismo. Me lo debo por haber tenido esa idea. Desarrollarla como sea y ala, dejarla ahí. Si gusta, bien, y si no gusta, pues bien también.

Escribo para mi, y para ti si te gusta, y si te disgusta, tal vez es que no esté escrito para ti, aunque ya lo has leido y ha causado un tipo de sensación en ti, ergo... también está escrito para ti.

Eso me recuerda a...

Había una vez un payaso, con ropa de payaso, zapatos de payaso y hasta maquillaje de payaso. Llevaba un bombín pequeño de color rojo, y debajo una peluca verde. La cara blanca con una enorme sonrisa roja dibujada. Ropa de mil colores y unos increíbles zapatos a juego con el sombrero.

Le encantaba hacer reír a la gente, a los niños, pues era su trabajo. Siempre le aplaudían y se convirtió en un payaso muy reputado. Era un payaso siempre, hasta cuando no estaba trabajando en el circo.

Un día, en una revisión médica le dieron una mala noticia. No le quedaba mucho tiempo de vida, y es que ya era un payaso bastante mayor y las enfermedades encontraron en él un buen lugar para vivir. Pese a todo, tenía que seguir con su trabajo.

¿Cuesta mucho seguir haciendo reir pese a que quieres llorar?

Pues él lo hizo, hasta el día en que murió, siguió regalando sonrisas a las personas. Fue un día, después de una actuación, salió como siempre a despedir a la gente y a hacerse fotos con los niños. Uno de esos niños se quiso hacer una foto con él y le saltó y se le agarró al cuello. El payaso, ya mayor, no era muy fuerte, se mareó y se desmayó. Llamaron a una ambulancia, pero entre toses y vómitos, no llegó al hospital. Ya esa misma mañana se había notado cansado, pero nada que le impidiese ponerse su traje favorito, el de rombos amarillos y morados, con pajarita azul, su sombrero y sus zapatos, y pintarse esa gran sonrisa. Ya en la actuación notó como le flaqueaban las fuerzas en el número del salto a la cama elástica, ya no estaba para esos trotes. Y así fue su final, en una cama, vestido de payaso y sonriendo como un payaso. Y un payaso fue hasta el fin de sus días, haciendo reir y, en el último momento, llorar.

jueves, 11 de octubre de 2012

Hasta luego quizás.

Es un puñetazo revoltoso en la ventana cerrada
Son pájaros mudos que vuelan de desbandada
Es un triste sonar de trompetas sin orquesta
Son cartas vacías antaño llenas de letras

Es un puñal sin huellas en busca de heridas
Son atardeceres de sol y lluvia muy fina
Es una sonrisa al revés que adorna tu cara
Son lágrimas dulces que se tornan saladas

Y tú sin entender que no me he perdido
Es que no te quiero encontrar
No tengo más saltos que vadeen este río
Es que tengo que naufragar

Es un tablón que atranca portales de invierno
Son aleteos y respiración que congelan infiernos
Es un reloj sin pila cuyo tic-tac dice adiós
Son tus latidos que lo movían fuera del cajón

Es una patada a las ganas de pedir disculpas
Son rojas las flores sin nombre de nuestra tumba
Es una guitarra, es un pañuelo y una mano suelta
Son todos los huecos que la mierda rellena

Y tú sin entender que no me he perdido
Es que no te quiero encontrar
No tengo más medallas de contar conmigo
Que te pueda regalar.

sábado, 29 de septiembre de 2012

F.

     Se levantó, ya pronto otra vez, volviendo con su antigua amiga "Rutina 1", pues "Rutina 2", que era la del verano, ya empezaba a cansar, y hay que turnarse. Desayuno, ducha... lo típico. Si le sobra tiempo se deja descargando alguna serie para cuando venga de clase, así tiene una excusa para no estudiar. Se musicaliza con sus auriculares baratos y tira para el metro. Tiene dos estaciones cerca, pero el frío le hace ir a la que está más próxima a su casa. Todo esto sin importarle nada, sólo su música y pensando que será de él. En el metro ve mucha gente, pero a saber cuantos son personas. Van vacíos y dormidos, escuchando música como él. Van a sus respectivos trabajos, institutos, universidades... Igual que él, vamos. Hace un trasbordo que le es automático ya, sabe perfectamente donde tiene que ir y en que lugar debe situarse para estar justo en frente de la puerta del vagón. Llega a su destino, se encuentra con gente, compañeros, amigos, y vuelven a la tarea filológica. Puede que la filología no sea una carrera apasionante, que no tenga muchas salidas (que las tiene), que sus prácticas sean aburridas, que gracias a ella nunca volverá a leer un libro de la misma manera que antes. Puede que la filología no sea una carrera concurrida, que siempre sobren plazas en tres grupos que hay, y puede que no esté la gente más guapa, sino llena de frikis devoralibros (algunos). pero la filología es una carrera que, hasta el momento, le hacía vivir como una persona normal, con su rutina no muy desagradable, que puede desayunar, ducharse, ver series, viajar en metro, y sorprendentemente, es una carrera que te enseña a leer. Desgraciadamente, dicen que un filólogo nunca más leerá por diversión, sino que se dará a la tarea de investigador, de descubrir el por qué del autor, de la época, de los cánones. Investigar realmente. Quien sabe si algún día le tocará hacer una reedición de un libro (la mejor de todas). He dicho desgraciadamente, pero... tiene su interés.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Dinero.

Lo de esta noche más que amor
Ha sido dinero encima de la mesa
Pero eso, sabemos, no es lo peor
Sino que no es la vez primera
De besos sucios en basureros
En tu boca y en tu ombligo
Seguro que mañana no me acuerdo
Y tú sólo haces lo que te pido
Caricias y dedos por aquí
Mientras gritas sin saber mi nombre
Lenguas sólo para ti
Hotel Cielo, cuarto ciento once
Da igual hacerlo en una cama
Que en una ducha sucia
Es tu trabajo hasta mañana
Me dijiste “soy tuya”

Lo de esta noche más que amor
Son billetes encima de la mesa
Es tan triste que no hay pasión
Sólo sexo gris entre tus piernas
De embestidas secas y amargas
Debajo de tu ombligo
No serás nadie mañana
Ahora sólo eres un juguetito
Mordiscos en los pezones
Mientras gritas al señor
Lo hace alguien que no conoces
A través de un débil condón
Ha estado bien y ahora que sale el sol
Puedes volver cuando quieras
Tengo más dinero en el pantalón
Y más ganas que una fiera.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Situación.

Esto cada vez apesta más. No se pasa ni dios y yo cada vez escribo menos para el blog. Lo que escribo es muy largo como para ponerlo aquí, y se puede hacer aburrido, aunque va todo de sangre y sexo, que sé que os mola pillines. He estado haciendo recuento de lo que tengo y...

1) Verde y amapolas (primera colección de versos y relatos que tengo por ahí en pdf y que paso a quien quiera by the face)
2) Una puta novela a medio terminar (a ver si para finales de año...)
3) Material en aumento para otra nueva colección sin nombre aún (más seria, con relatos de extensión considerable y versos más maduros, que uno no para de crecer sabes?)

Y claro, llego yo con esta actualización de mierda en mi blog de mierda que no le interesa a nadie, pero bueno, yo me quedo más contento y con todo mejor organizado.

Además, voy a decir unas palabras bonitas sobre el final del verano y el comienzo del curso y todas esas cosas. El verano termina, aunque algunos seguimos de vacaciones (jojojojo), ha estado bien, con sus vacaciones, su calorazo tremendo y sus risas, qué epoca más bonita. Pero no todo en la vida tiene que ser fiesta y diversión. Para eso están las clases, que no digo que nos vengan bien para aprender cosas, porque luego todo eso se olvida o sólo te especializas en una cosa. Las clases, ya sean de instituto, colegio, universidad... vienen bien porque nos vuelven más responsables de cara al futuro, que no podemos seguir siendo niñatos para siempre (aunque estaría bien), así que ya sabéis, estudiad mucho, o al menos intentadlo, y a ser responsables, el verano que viene ya tocará bajarse los pantalones y mear la playa de turno.

Un abrazo gentuza!

martes, 28 de agosto de 2012

Tu canción.

Es sólo una sensación, lo que me haces sentir
Sé que no soy el mejor, no es fácil para mi
Y no tengo mucho que darte, pero si lo tuviera
Sería para atarte a mi lado la vida entera

Si pudiese ir al espacio, pero no puedo
Te bajaría despacio para ti un sol entero
Aunque no alumbre más que tu azul mirada
Pero para darte calor si no puedo volver mañana

Si pudiera darte algo para tu inmortalidad
O cualquier cosa para que no me dejes de amar
Sé que no es gran cosa pero es lo mejor que sé hacer
Mi regalo es esta canción, no te canses de leer

Y puedes decirle a todos que esta es tu canción
Puede que no te guste, pero desde el corazón
Espero que no te importe que aquí escriba
Que si no estás a mi lado, mi vida no es vida

No me ha costado mucho escribir, sólo oler tu cuello
Y los versos empiezan a fluir de entre mis dedos
Y grité por la ventana, y la voz corrió entre los árboles
Que tengo tu canción, úsala para impresionarles

Así que perdóname por equivocarme muchas veces
Pero no me dejes olvidarme de corazones verdes
Y no soy un experto en labios, pero puedo decirte
Que los tuyos son los más dulces hasta morirme

Si pudiera darte algo para que me quieras siempre
O cualquier cosa para no dejar de verte
Sé que no es gran cosa pero es lo mejor que sé hacer
Mi regalo es esta canción y una mano al atardecer

Y puedes decirle al mundo que esta es tu canción
Puede que sea simple, pero desde el corazón
Espero que no te importe que aquí escriba
Qué maravillosa es la vida contigo todos los días.

martes, 21 de agosto de 2012

Necesidad.

Yo: Mira, ¿ves ese árbol?
: Sí, lo veo. Grande, fuerte. Un árbol.
Yo: Pues para que ese árbol sea fuerte necesita muchas cosas.
: Me imagino...
Yo: Agua, para las raíces, para que crezca fuerte. Una tierra fértil para crecer y mantenerse. Luz del sol. Y de igual manera que el árbol necesita cosas, las cosas también necesitan del árbol.
: Lo sé, no es un árbol simplemente.
Yo: Algunos insectos, larvas, necesitan de su corteza, o lo que hay debajo de ella. Las aves necesitan sus ramas para hacerse nidos, para posarse... Algunos animales necesitan el árbol como hogar. Nosotros, las personas, necesitamos que el árbol realice la fotosíntesis. También desgraciadamente necesitamos la madera, por lo que hay que talar árboles. Tanto animales como personas necesitamos frutos para alimentarnos. Ya ves, igual que el árbol recibe, el árbol da.
: La naturaleza es así. Por cierto, ¿a qué viene todo esto del árbol?
Yo: A que eres mi amiga, y si uno de los dos necesita agua, un lugar donde apoyarse, un rayo de luz que le dé esperanza, nos lo vamos a dar mutuamente.
: Oh...
Yo: También puedes usar mis brazos como hogar o mi aliento para respirar. Siempre que estemos juntos, tendremos que estar dispuestos tanto a dar como a recibir. Es la amistad. NUESTRA amistad.
: Gracias.

martes, 14 de agosto de 2012

Chicharra.

Dame las horas que ya no te importen
Que cuando llega el momento señalado
No queda sitio en el tren, así que a galope
Camino a las piedras y al musgo rescatado
Que es el lecho de los bichos y lombrices
De tijeras, de hadas, de duendes y perdices


El cerco de mi puerta ya me queda pequeño
No me caben las manos, me doy en la cabeza
Y juntitos se van, los deseos y los sueños
Para terminar arañados en la maleza
Que es donde cantan la chicharra y el grillo
Y crecen laureles, romeros y tomillos


Tu tormenta en la garganta azota mi barco
Que se hunde en las entrañas y amasijos
Donde ni un marinero vestido de blanco
Termina gritando al señor que está vivo
Que es donde se revuelven mis tripas y pecho
Y me trago y vomito todos los te quieros


La piel de una fruta áspera como el infierno
Nunca duele más que una espina de rosa
Que se abre camino en la piel del invierno
Para respirar el aire que hay entre las rocas
Que es donde me engancho para no seguir
Se queda mi cuerpo, mi pelo, mi boca y tu carmín.

jueves, 9 de agosto de 2012

La bella y el ser extraño.

     Estaba deseando llegar a casa, había sido una noche de fiesta agotadora. Salió del metro y ya hacía frío, se notaba por el vaho que le salía de la boca. La calle estaba desierta. Vivía a 10 minutos de allí, pero el paseo le vendría bien, estaba un poco mareada, seguramente por haberse bebido hasta las copas que no eran suyas.

     Puede que fuese cosa del amanecer o del tiempo, el caso es que empezó a surgir una niebla no muy espesa que dificultaba, aún más, la visibilidad. Ella realmente tenía miedo, y más cuando en su calle, larga y solitaria, se giró y lo vio. Vio algo extraño. Tenía forma humana, pero quizás más alto de lo normal. Alto, con un traje negro, pero la cara... No tenía cara, o no de lejos. Sólo se veía un rosto blanco, liso, sin ojos. Brillaba mucho. No se movía, estaba quieto, a unos 10 metros. Aligeró el paso tanto como le permitieron los tacones y le dejó atrás. Su calle nunca le había parecido tan larga. Se giró y no le volvió a ver.

     - ¡Ah! -soltó un gritito cuando volvió la cabeza a su posición original y lo vio entonces. Esta vez más cerca y estirando un brazo. No tenía ojos.

     Corrió en dirección contraria a su casa. Se le rompió un tacón. No le preocupaba cómo llegar luego, sólo quería escapar de eso. La niebla cada ver era más espesa y la calle cada vez más vacía. Se escuchaba una respiración que no era la suya. Algo le agarró del hombro, tirando de su abrigo negro. su brazo era larguísimo. Empezó a sollozar mientras el ser extraño se acercaba. Tenía boca.

     - Ven... conmigo...
     - ¿Dónde? ¡No por favor!
     - Donde... alguien me... me... quiera...

     Ella le miró de manera distina. Ya sabía que no tenía ojos, pero donde debían estar había una curvatura triste. Dar miedo debía de ser triste. Esa cosa se veía tan solitaria que despertó la compasión de la chica, que le agarró la mano huesuda, aún temblando y con lágrimas en los ojos.

     Una brecha oscura se abrió en la nada detras del ser, y se hacía más grande mientras el ser y la chica, atraída por su misterio y sus poderes, se abrazaban. Ella apenas le llegaba por la cintura y en la cara del ser se dibujó una sonrisa maléfica.

     - Ven con... nosotros... -se escucharon voces de niños por la brecha.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Destiño (lluvia de estrellas).


Hoy me gustas, mañana más si estás dispuesta a olvidar
Como yo dejé atrás verde y amapolas
Hoy sólo te quiero hacer feliz si me dejas respirar
Tu aliento añil que mece las olas


Te quiero como quieren las estrellas a la luna
Que la necesitan siempre para salir
Te quiero como quieren la magia tus dudas
Que hoy aparecen como queriendo vivir


Y destiño sin querer de negro tus ojos
Sobre el cobijo de tus sueños rotos
Quien fuese lágrima para nacer de ti
Para besar tu mejilla de color marfil


Qué hago si sólo hay sombras colgando de tu pelo
Y yo sólo quiero ser la que de más luz
Qué hago si tus besos me protegen del viento
Y tu mirada es la alambrada más azul


A mi mano le gustaba ir perdida entre vaivenes
Hasta que la tuya la encadenó
A mi pecho le gustaba tirarse a los trenes
Hasta que tu paso lo arrasó


Y destiño sin querer de negro tus ojos
Sobre el cobijo de tus sueños rotos
Quien fuese lágrima para nacer de ti
Y jurarte que no vuelva a caer por mi, por mi, por mi


Y no te sientas tan pequeña en este espacio
Que yo te haré sentir que eres
La estrella que más brilla en mi cielo solitario
Que estaré esperando a ver si te llueves.

sábado, 28 de julio de 2012

Rascacielos (Verano3).

Planta 24, no estaba mal, aunque yo tenía un poco de vértigo, y no era el único.

No me apetece mucho escribir, así que simplemente quiero dar las gracias a todos mis compañeros de vacaciones por todos los momentos juntos. Gracias a vosotros, aunque hubiese estado en una planta baja, hubiese tocado el cielo, puede que lo consiguiese apilando todas las risas echadas una encima de otra.

Ya se sabe que lo que pasa en Benidorm se queda en Benidorm, y dentro de nosotros para recordarlo todo un año hasta que llegue un verano nuevo y las borre como la vida borró a tenacitas de sus filas. Adiós compañero crustáceo.

Perdón por no esforzarme mucho, es que quería escribiros de tranquis. Un abrazo y gracias por todo.

PD: He vuelto con todos mis bañadores.

PD2: El Pretty Woman estaba cerrado!!!

PD3: Hubo fucking doggy style y nueva técnica con la silla.

viernes, 13 de julio de 2012

Pedradas al agua.


Por qué sólo tú puedes cortar el viento
Por qué en tu magnífico altar
No hay escaleras para subir a verlo
Y empujarte hacia atrás
Para empaparte en el cieno

Por qué sólo tú puedes soplar las hojas
Por qué sólo en tu hablar
Sueltas palabras que mi alma cortan
Y la hacen marchar
Para dejarme a solas

Por qué sólo tú puedes romper el papel
Por qué son tus regalos
Los que estás tirando contra la pared
De nudos y lazos
Para echarlos a arder

Son…
Pedradas al agua, hachazos al árbol
Gotas que salpican a troncos lejanos
Cuando habla tu lengua, cierran mis orejas
Si tú gritas, también yo gritaré

Por qué sólo tú puedes besar el aire
Por qué atacas sin espada
Creyéndote mejor que nadie
Y no aguantar nada
Que mi boca te calle

Por qué sólo tú, a cara de malo
Por qué en tus diablos ojos
Toda la mierda sale de tus labios
Y te quedas solo
Así sean muchos años

Son…
Pedradas al agua, hachazos al árbol
Gotas que salpican a troncos lejanos
Cuando habla tu lengua, cierran mis orejas
Si tú gritas, también yo gritaré.

Como estoy un poco en sequía he rescatado esto de hace un año aprox.

lunes, 2 de julio de 2012

Arde Valencia.

Me enteré porque salí de la playa, después de jugar al balón, no sé con seguridad quién estaría entre olas y risas, pero Matias, Alessandro, Antonio, Mario, Matteo... esos nunca faltan. De vez en cuando se sumaba Ramiro cuando no estaba con Barbi. Jessi, Carmen, Ariadna, Manu y Antonio... Francesca y Elisabetta iban a ratos, igual que Violeta, Valeria, María, o Alba y María alguna vez que otra, en esos chicos vs chicas. Todo muy divertido. Pero el caso es que salí, con los buenos recuerdos guardados, y estaba todo muy nublado, pero eso no me llamó la atención. Llegué a la toalla y pregunté enfadado que quién había fumado encima de ella. Entonces vimos que todas estaban igual. Nos enteramos más tarde que había un incendio y tal. No le di importancia.

Seguí acumulando recuerdos y personas. Las de Ciudad Real, a las que caí muy bien enseguida, sobre todo a Lidia.. Y hasta que me aprendí el nombre de Natalia... A las sureñas tan simpáticas Celia y Raquel (a Celia le gustaba True Blood y todo). Más noches en la playa felicitando a Isa, o haciendo trozos de obras. Ana en la azotea con nata que repartió para todos... Y la primera noche, aún con Maria Luisa ausente, pero conociéndonos todos en el pasillo. Encantadoras Flavia y Lucrezia, siempre tomando el sol. Las noches de brujería en la playa con Elimar. O comentar películas por whatsapp con Sakara, todo muy genial. Era curioso como a medida que crecía nuestra amistad, crecía el incendio a unos kilómetros. El fuego comparado a la pasión futbolística, gracias a la profesora Catia por todo, es más, ya que estamos, gracias a Yolanda también, y por supuesto a Soraya. Que bien se hicieron cargo de nosotros. Pero hablando de pasión, también hay que recordar a Cea y a Anais. Y bueno, no quiero hablar de otros rollos.

Esto no es un agradecimiento a todos los que habéis hecho posible todo (o un poco sí), porque tendría que mencionar a Charo y Amparo del domus, y por supuesto a Jose Luis y Gemma. No es un agradecimiento, es simplemente contar que fui con unos amigos y volví cargado de sabiduría y por supuesto, no de amigos, sino de una familia.

Arde Valencia porque sin querer la quemamos nosotros, y ni las lágrimas del último día pudieron apagarlas. Lo siento.

Y para todos... Vi volglio bene.

(Si me he olvidado de citar a alguien lo siento, sois muchos y muchos recuerdos)





viernes, 22 de junio de 2012

Uno.


Te compro las noches libres que te quedan
Para irnos a jugar a los bordes de las aceras
Que están llenas de bajadas y precipicios
Donde se caen los días de lunes a domingo
Esperando poder ahogarse en un canalón
Se escapa entre las manos cual barco de cartón


Vamos a tirarnos de cabeza desde la luna
Si no me caigo contigo no es con ninguna
Que sólo tú me dejas mudo sin palabras
Por eso cuando me besas no digo nada
Pero mírame a los ojos para ver el brillo
Que prende la mecha derritiendo cirios


Puedo ponerme solemne y maldecir
A los cuatro vientos que te despeinaron
Que pensaban que no volverías a ser feliz
Hasta que llegó el bochorno de mis labios


La SELVA de dedos de tus manos y tus pies
Enredan más que las agujas de tejer
Noche tras noche hasta que nos comen
Sin saber ni cómo voy ni adónde
Que la alborada empieza ya a rechinar
Doblando las esquinas de tu caminar


Que gracias a tus pies mi mapa tiene camino
Antes de llegar, yo era un punto perdido
Una mota de polvo que mancha la tinta
Que no sabía escribir, sólo se entretenía
Igual que al tender sus letras oxidadas
En cuerdas raídas que ahorcan arañas


Puedo ponerme solemne y maldecir
A los cuatro vientos que te despeinaron
Que pensaban que no volverías a ser feliz
Hasta que llegó el bochorno de mis labios


Se marchan ya los mirlos volando como tú
Gracias a mi eres libre en el cielo azul
Se han corrido las migrañas por el sumidero
Que no hacían juego con tu mundo bueno
En el que no hace falta leña para hoguera
Basta con el frotar de nuestras piernas


Chispas y chiribitas sobre hojas secas
Un mar de agua dulce regando macetas
Que tu llorar no es de tristeza, es alegría
Por uno que sabe de gustar más cada día
Que sabe de besar, que sabe de tu vera
Que no tiene otoños, sólo primaveras


Puedo ponerme solemne y maldecir
A los cuatro vientos que te despeinaron
Que pensaban que no volverías a ser feliz
Hasta que llegó el bochorno de mis labios
Por mí, por ti y por todos se pueden morir
Y bajo los cipreses enterrarlos
Nosotros nos dedicaremos a vivir
Sin ellos, riendo, entre naranjos


Puedo ponerme solemne y alabar
Al gallo que saluda a las madrugadas
Porque es verte a mi lado al despertar
Y saber que sin ti, los besos me saben a nada.

jueves, 14 de junio de 2012

Llamadme Caín.


     Tiene gracia. Un nombre bíblico para mí. Más gracia tiene mi historia. Casualmente estoy paseando por el exilio, y hay un lugar parecido en el que los fortuitos hechos acontecieron. Imaginad una llanura, vacía, con el suelo grisáceo. Unas cuantas rocas y montañas. Típico, ¿verdad? Y... ¿qué hago en el exilio? No quiero ser encontrado. Es como si me hubiesen echado, pero me fui por decisión propia. Matas a un hombre, y ya te condenan. Ese hombre lo merecía.

     Era un desierto como este. Había una carretera, y unos postes de luz. ¿Qué pinto yo andando por ahí? Que más da... uno se pone a caminar y ya está. No hacía ni frío ni calor. No había viento. No era de día ni de noche. Era como si a la nada le hubiesen otorgado un paisaje. Y ahí estaba yo, supuestamente feliz, paseando...

- ¡Oiga!


     Escuché que alguien me llamaba. Era un tipejo algo desagradable. Vaya pintas tenía, se había dejado la elegancia debajo de las mantas, en el armario de su madre... si tenía madre, claro, porque yo le hubiese repudiado hasta el fin. Vaya pelos, vaya barbas...

- No quiero sus piojos, gracias -le contesté con amabilidad.
- Gracioso a la par que prejuicioso -y me miró mal.
- Con esas pintas de Jesucristo lo pones fácil... En fin, ¿puedo ayudarte en algo? Daría tu mano por que la respuesta fuese no.
- Pues verá, pese a las pintas, soy buena persona, y me dirijo a un pueblo de aquí al lado. Son bastante pobres y les llevo todo tipo de recursos. ¿Me ayudaría a llevarlos?
- No tengo la costumbre de ser buena persona, pero por un día haré una excepción, amable y generoso personajillo.


     El tipo sabía que le estaba ayudando de mala gana, pero lo que importaba era que lo estaba haciendo. Me estaba dejando la espalda llevando enormes cajas. El tío debía estar sudando con esa cazadora de cuero, seguramente falso, puesta. Lo cual explicaría su desagradable olor...

- Ya estamos llegando.
- Genial, puede que haya una peluquería abierta, te vendría bien.

     Pero no pude seguir insultándole. Un grupo de personas, seguramente sin olfato ni vista, fue corriendo a abrazarle y a darle las gracias. Yo he ido con él, y no he recibido ni una mirada. Por eso no suelo ser buena persona. Me empecé a ir.

- ¡Eh!, gracias por la ayuda, me llamo Abel -y me extendió la mano.
- Psé... Caín. Imagino que ya sabes cómo termina todo esto. Y aparta tu sucia mano.

     Era tarde ya, y estaba volviendo por donde había venido, cuando la mierda me llegó a la suela de los talones, literalmente.
- Anda que esperas, Caín.
- Supuse que estabas ocupado recibiendo halagos.
- Esa gente es idiota. Les tengo cuando quiero. Sé que haga lo que haga, un día volverán a mí, y todo porque les di lo que necesitaban. Lo que es el mundo...
- ¿Qué ganas con eso?
- Diversión. Reconocimiento. Me siento especial.
- ¿Sabes por qué yo soy especial? Porque no necesito a nadie que me lo haga ver.

     Y tal como suele suceder entre la gente que se llama así. Y porque yo soy el primero y Abel será el segundo. Y porque nunca nadie sabe el verdadero motivo, hasta que yo os lo he contado, maté a Abel. Simplemente me agaché y cogí una piedra y le golpeé la cabeza. Le tumbé, pero no le dejé inconsciente. Mejor, así sabría disfrutar del sabor de la punta de mis zapatos. Tan caros que hasta me daba pena que se manchasen con sangre de cerdo. Le pisé todas las partes del cuerpo que pude. Los crujidos de sus huesos eran la música que seguía, sólo fastidiada por los quejidos lastimeros del hombrecillo infecto.

- Llora, llora Abel. Porque ni tú, ni nadie podrá separarme de lo que tengo. De mi vida, de mi humanidad. Y dan igual todas las acciones que escojas hacer. Da igual que creas que lo sabes todo. Porque un día, y ese día ya ha llegado, alguien, y ese alguien soy yo, sabrá de qué vas. Y tu castigo es la sangre y la muerte. Porque nadie, salvo yo, es bueno para la gente, para ella, salvo yo, que en mi encanto tengo el no usarla y el no hacerle daño.

     Y así es amigos, Abel está bien muerto. No me lo agradezcáis, pues no sabéis lo que pasó. Yo por si acaso, huyo, y luego que escriban libros diciendo que yo soy el malo.

sábado, 9 de junio de 2012

La cruz. (ft Héroes del Silencio)


Llevo un crucifijo y dime
Si a los tres días volveré
Qué pasa si dejo de seguirte
En el infierno se está bien


No soy un triste borrego
De tu gran rebaño, oh pastor
No me interesa tu cielo
De ese que hablas en sermón


Y si eres tan bueno, dime
Qué hace tu hijo en la cruz
¿No escuchas cómo gime?
Salvarle no es tu virtud


Y no hay oración
Capaz de decidir por mí
Oh señor, no queda otra opción
Y jamás me vuelvo a arrepentir


Predicas vistiendo de oro
Hay que ayudar al pobre
Pero yo me lo guardo todo
Dale tú, tus monedas de cobre


Cómo van esas fiestas privadas
Con comida y alcohol en exceso
Con vírgenes secuestradas
No dejáis ni los huesos


Nunca podré saber si la cruz es salvación!!!!!!

miércoles, 30 de mayo de 2012

De flores.

- Cógelas.
- No. No puedo.
- ¿Por? No hay ninguna valla. ¿Es por las espinas? No creo que duelan tanto.
- No crees que duelan tanto... otra vez.

     Se acercó más a las flores.

- No huelen.
- No tienen porqué.
- Me acuerdo de las orquídeas, las pasifloras, las AMAPOLAS. Incluso unos girasoles. Tengo miedo.
- ¿Por? No todas se marchitan.
- Pero el hecho de que piense que si se puedan marchitar... Ya duele.

     Cada vez estaba más cerca. Extendió su mano, casi iba a llegar a rozarlas. Estaba dando un gran paso. Su amigo estaba emocionado y él lo sabía. Tanto que antes de cogerlas, se giró para sonreírle. Pero la sonrisa se cayó al suelo. No sólo su amigo había desaparecido, sino que una enorme nube lo empezó a cubrir todo.

- ¿Dónde estás? Sin ti no puedo...
- Psé...
- Soledad. El simple hecho de pensar en que las voy a coger me asusta. El simple hecho de no saber si voy a poder cogerlas es horrible. Y más estando solo. Más cuando desapareces. Más cuando la soledad y esta nube traen recuerdos. Más cuando así en el fondo no estoy tan mal...
- Cógelas.
- Tengo miedo de no saber. Tengo miedo de... ¿dónde estás?

     Y, solo, mirando a todos los lados, decidió no hacer nada.

martes, 22 de mayo de 2012

Amiga.


Tranquila, que aún quedan corazones
Y brazos que son cuerdas de amarre
Y lunas y estrellas para nuestras noches
De plata sus brillos que te acompañen


Apóyate en el borde de mi ventana
Que te regaré de risas y te quieros
Y corazones rojos del toro la grana
De olores de tu pelo haré los vientos


Y si el reloj te dice que es tarde
Para sacar tus dientes a relucir
Embiste con tus manos al cobarde
Que te odió y te quiso ver sufrir


Amiga, tú que tachas de putas a
Los veranos que no te traen más
Que desarraigos para tu soledad
Compañía es el invierno que vendrá


Zapatea llorando a mi alrededor
Para limpiar de llantos mis pies
Que por ti van a correr hasta el sol
Para traértelo y que no hieles


No te quedes muda de tanto gritar
Sabes que puedes contar conmigo
Me basta un susurro de tu amistad
Para tenerme en tus manos, contigo.

domingo, 13 de mayo de 2012

Licenciado Cantinas.


El Mar, el Cielo, y Tú.
 
Eso era todo lo que necesitaba. Fue verte y cantarte. Regalarte flores. Bailarte. Pasear por la playa. Todo el mundo estaba vacío y sólo estábamos nosotros. Y sólo sonaba eso. Nosotros. Y de vez en cuando el eco del mar en el cielo, pero sobre todo, tú.


Te cogí de la mano y te lo pedí mil veces. Sin ti me doy por vencido. Si no me llevas tú, nos llevará el viento como a las hojas. Y volaremos, y verán que nuestro amor es más claro que el sol. Por eso de digo que me lleves al corazón. Llévame.


¿Cómo no voy a querer que me lleves? Vivir sin ti es una condena, un castigo. No se podría sufrir en silencio. No hay mentiras entre nosotros. Por eso te digo que te quiero como a nadie había querido. Y si un día pasase algo, tranquila, serás inolvidable. Mi sueño prohibido.


Gracias. Llegar a tu lado fue una bendición. Y todo el camino esa extraña canción “laram – lara – lara – laram”. Y da gracias a los caminos, a tus brazos ocultos, a tu cuerpo. Tuve que perderme pa' llegar a tu lado. Me alejé. Gracias a tus manos por aguantarme.


No quiero la vida sin ti. ¿Qué me has hecho? El corazón deshecho. Y yo cantando la chacarera de un triste. Guitarra y lágrimas. No hay remedio para curar el alma. Sólo sonreirá cuando te mueras. ¿Me odias por decir esto? Ódiame. Si tienes piedad lo harás. Pero ya sabes, si me odias es porque me quisiste, eso dice la experiencia. Vete humilde y orgullosa, en la fosa estaremos igual.


No lo entiendo. Necesitaré otra vida para hacerlo. Pervivirá mi humildad antes de reprochar. Mejor morir. Llámame licenciando cantinas, el mulato. Esta noche voy a olvidarte. Ponerme traje, zapatos. Voy a vacilar al pueblo, de fiesta. Voy a enamorar a la más linda.


  • Estás viejo- dices tú.
No trates de criticarme. Voy a la fiesta.


Delante de un vaso me doy cuenta de mi infelicidad. Las estrellas me iluminan al revés. En el fondo del vaso de licor está la traición de una mujer. Y así seguiré. Bebiendo. Lo escribiré en mi diario, me llamarán el solitario. Así voy por el mundo. Nadie me quiere. Cualquiera se muere. Más beber, que se haga el mar de aguardiente para ahogarme borracho.


Esta noche es mía.


Ánimas, que no amanezca. Mi cuerpo puede más. Sin dudas y sin reproches, que el mundo ahí se queda. Así encontraré los brazos de mi amada. Que no amanezca ni se haga de madrugada. Viviré a lo grande. Sentiré esa pasión tan inmensa que no me cabe en la sangre. Ya mañana con la resaca pediré que me lleve la tristeza. Puedo soportar el recuerdo de tu amor poco a poco y trago a trago. Me daría vergüenza ver que el odio y el veneno del rencor me ganaron.


Pero algo tiene que cambiar, pronto llegará el día de mi suerte, y espero que antes de mi muerte. No puedo escapar de esta realidad y necesito esa suerte. Sólo. Esperando que el destino no me vuelva a traicionar. Me martirizo, no puedo fracasar, seguro que mi suerte cambiara, pero ¿cuándo será?



Te vuelvo a hablar. Vaya sensación. Hemos cambiado, somos más viejos. ¿Que fue de los viejos amores? Son cosas olvidadas. Con la mirada nublada, veo la soledad en nuestras vidas, que abren heridas al corazón. Tu voz es triste al evocar tiempos mejores. Da igual lo que luchen por separarnos. Nuestro amor es tan grande... la muerte nos espera, juntos. La tumba será el final, o no, porque hasta ahí te seguiré amando. Si te dicen que no te quiero. Mienten. La tumba nos espera. Juntos.


El cielo está dentro de mí.


En paz, descansando en la sierra. Muerto. Me iba sin moverme. Era tan inmenso el lugar que de mirar y mirar me olvidé de mi mismo. Quizás la soledad sabe si andaba buscando el cielo, o eso respondí. Está dentro de mi, junto al infierno. En la cara la sonrisa (luz) y en el corazón la cruz (sombra). Para encontrar el cielo, busca dentro de ti.



Solitario me puse a caminar. Por fuera nada buscaba, pero por dentro, quizás.



jueves, 3 de mayo de 2012

Al suelo.


Contigo y de la mano empiezan tocones,
sentados con la lluvia
y el frío arropando hasta los cojones.
Con rugidos de furia;
y deja que se enreden nuestras pestañas
con nudos marineros.
Recoge las hojas que manchan persianas
de primaveras y ciegos.

Deja de patalear sin salir corriendo,
no tuerzas el camino.
Veo que tus dedos también tienen miedo
de tus labios tan finos.
Anda y echa la cremallera a la tarde
y que cierren las nubes.
Te muerdo para despejar las calles
que nuestros pies suben.

Cóseme a tu colchón, que llore el edredón,
que fueron testigos del hecho
y de cómo le quedan tus bragas al suelo,
que sólo supieron huir del amor.

Se me está rompiendo el juego miserable,
cada vez que nos vemos,
de recordar espinas y alambres.
Que son solo momentos
donde los gusanos se comen moreras
para ser mariposas.
Allí donde el sol se vuelve rosaleda
de tallos sin rosas.

Y tú como potrilla que juega a galopar,
corriendo en mis brazos,
y yo soy el viento que te ha de peinar,
que te viste los santos.
Que me castigue el infierno si no soy feliz,
y tú vente conmigo.
Abajo en tu espalda lo que me hace reír
y también de tu ombligo.

Cóseme a tu cama, seca las sábanas,
que fueron testigos del hecho
y de cómo le quedan tus bragas al suelo.
Cuando pudieron las ganas
gritaste hasta el techo,
te movías con gracia,
nos comimos a besos.
Y yo con miedo
de volver mañana.

martes, 27 de marzo de 2012

Vida y muerte de la ceniza.

Tierra de secano y arena
Que empolva mis venas
Tosen ceniza al sol
Sabe que son estas piedras
Grises que me pesan
Cuando hace calor

Si fuimos una sibila
Y ardimos hasta el rescoldo
Hoy sólo queda ceniza
Y huellas en el lodo

Ayer fuimos naranjos
Mañana un ciprés
Un día lo tuvimos todo
Todo bajo nuestros pies

Tierra que me ha visto nacer
Que me viene a despedir
Cuando pasa el tiempo
Ya no hay nada que hacer
De joven supe vivir
Y marcharme de viejo.


jueves, 1 de marzo de 2012

Biblioteca [2].



     Tap. Tap. Tap.

     Estaba empezando a llover. Eran cuatro gotas, pero anunciaban muchas más, así que
aligeré el paso. Tendría que haber cogido paraguas, pero siempre lo había visto como un peso inútil. Me gustaba imaginarme como me verían los demás. Una tarde gris, un tipo de negro y muy serio. Iba a estudiar a la biblioteca, así que no tenía mucho sentido sonreír. Me cogió el chaparrón. Mierda. Cuando llueve es como si los coches corriesen más. ¿Tienen prisa? Si el que va dentro no se moja. Ya estaba llegando. Tendrían la calefacción puesta.

     Mi mesa favorita estaba vacía. Perfecto. Mirando a la entrada, pegada a un buen radiador y con la salida de emergencia a menos de seis metros. Se estaba caliente y a gusto. No era muy propicio para estudiar. Si más para amodorrarse. No había mucha gente. Universitarios estudiando en ese mundillo naranja. Qué iluminación más cálida. Saco mis apuntes y leo. Releo. Vuelvo a releer. Apasionante. Un amigo dice que lo más apasionante en esos momentos aburridos es que cayese un avión en ese lugar, en ese momento. Lo siento por los pasajeros, pero ahora mismo eso me animaría.

     TAC. TAC. TAC.

     ¿Quién cojones lleva tacones a la biblioteca? Levanto la vista y las veo. Dos chicas. Una no está mal. Pero el feto caminante que es su amiga es horrendo, y es la de los tacones. Sólo por tu puta amiga no me casaré contigo. O al menos no hoy. Se sientan en una mesa que hay en frente mía. Cuchichean. Alguien chista. Se quedan cinco minutos calladas y vuelven a cuchichear, y encima no es sobre mí.

-         ¿Os podéis callar, por favor? –dice un chaval.
-         Sí, sí. Perdón –contestó la guapa. La fea no sabrá ni hablar. No creo que haya nadie capaz de educar a esa cosa.

     Podía ser muy guapa esa chica, pero ella y su amiga me estaban poniendo de los nervios. Cuchicheaban más bajo aún. Me puse a dibujar en un folio. La tinta azul era valiosa, así que cogí el bolígrafo rojo. Empecé a hacer líneas sin sentido en el papel. Cada vez más y más nervioso. Cuchicheos y chistidos de fondo. De vez en cuando pasos. Entra gente. Sale gente.

     TAC. TAC. TAC.

     Cada vez más tacones. Me empezó a doler la cabeza y no podía concentrarme. La fea soltó una carcajada, se tapó la boca y se puso roja mientras intentaba aguantarse. Ojala explotase.

-         ¿Está libre? ¿Me puedo sentar? –me preguntó un chico castaño y delgado señalando un hueco vacío en la mesa.
-         No si valoras el poder caminar.

     Me salió solo. Yo no solía ser tan borde. La chica guapa y su amiga me debieron escuchar decirle eso al chico. Se me quedaron mirando y volvieron a cuchichear. No aguantaba más. Cogí el bolígrafo rojo con todas mis fuerzas.

-         ¡Eres una jodida puta fea! ¡Cállate de una vez, zorra! –y le clavé el bolígrafo a la fea en el ojo. Toda la biblioteca me estaba mirando. Su amiga, la guapa se puso de pie, llorando, gritando. Estaba colorada. Intentó huir-. ¿Dónde crees que vas?

     Corrí detrás de ella y la empujé de boca contra el suelo. La gente de la biblioteca me miraba pero no hacían nada. O estaban asustados o era su héroe. Podrían estudiar en paz. La chica, en el suelo, se giró. Le sangraba la nariz y me pedía perdón. Yo tenía la mano llena de sangre de su amiga fea. Espero que no me salgan verrugas. No me gustaba la gente llorona.

-         ¡Tú y la puta de tu amiga os lo habéis buscado! –y levanté la pierna para poder darle una patada en la cara. Pero un golpe me lo impidió. El hijo de puta de seguridad me había dado una hostia con una porra.
-         ¡Quédate donde estás chaval! Ya viene la policía.
-         Tú serás el siguiente, cabrón. Te voy a acuchillar hasta que tu sangre oxide mi cuchillo.

     Y salí corriendo. Por eso es importante para mí estar cerca de la salida de emergencia.

martes, 14 de febrero de 2012

La estaca de febrero.


Nos dimos dos inviernos para llegar a febrero
Y hacer una cruz en medio del calendario
Porque todos los días soy libre de te quieros
Y el catorce no aguanto ser solitario

Cercené las cabezas de las rosas que
Tú, tan oscura y sin embargo luminosa,
Esperabas y yo no te regalé
Y cogí la saliva de los besos que
Yo, tan cerca y a la vez tan lejos,
Te pedía y no me dabas más de mil

Y pensé cuando te ibas sin despedirte
Por no seguir jugando a malherirte
Que no te volveré a ver
Comprendí que desde este momento yo
Fundiría mi corazón con el hierro
Y lo soldaría contra ti

Retocé entre sábanas sucias que
Tú, manchaste con el sol a oscuras,
Y que con mi piel limpié
Y me fui de este triste sentimiento que
Tú y otros llamáis alegres cuentos
Con sus hadas muertas cuando pone fin

No quiero ser tórtola en tu nido
Ni picar lombrices, y en tus alas dormido
Soñar con una ventana, que dé a una mañana
Donde si me atreva a estar contigo
Y yo, yo no baje la persiana

Nos dimos dos inviernos para llegar a febrero
Y clavar una estaca en el calendario
Que para mí todos los días son flor de floreros
Y el catorce rosas de enamorados

Arranqué los clavos de este cuadro que
Tú, me pintaste con tus manos,
Cuando aún había pared
Y mentí cuando dije que no te quería
Si vivir sin ti no es vida
Y hasta que no te tuve no lo descubrí
 
Me peiné para poder echarle al viento
Todos los males que llevo dentro
Que se hicieron hueco por mi sed
Confundí el que estuvieras cansada y
Yo, cantándote en las madrugadas,
Hasta que los gallos me dejen ir

Te querré aunque de otra prendan mis pestañas
Ya sea idiota y aún así lleve mi alma
Y tú estés vomitando miel
Y te vi colgando de otra nube que
Sólo me enseñó que no te tuve y
Yo corriendo con prisa a por ti

No quiero ser tórtola en tu nido
Ni picar lombrices, y en tus alas dormido
Soñar con una ventana, que dé a una mañana
Donde comer perdices contigo y yo
Y yo no baje la persiana.


lunes, 2 de enero de 2012

Yo querré un año desecho.

Despedí el 2011 como no se podía haber despedido. Contigo y con mucho rock and roll. ¿Y ahora qué? Año nuevo, nuevos propósitos. llevo sólo aquí dos días y ya se me antoja el año como una mierda. El tiempo se me va por culpa de folios llenos de palabras y tú te me vas como se fueron las 28 canciones que viví contigo. pero fue una buena noche. No creo que se repita, por suerte sé guardar muy bien los recuerdos en los que sale tu cara. Te miré mucho en "Corazón de mimbre". Son historias que nos suenan. Historias que pasan de un año para otro. No espero mucho de este 2012 la verdad, pero nunca se sabe lo que puede pasar.

Muchas gracias a Javier Feu y a Víctor Navarro, por hacerme compañía en el concierto, y muchas gracias a ti por hacerme muy buena compañía en el concierto, aunque cantamos más que hablamos.

Ya repetiremos en otra ocasión con otras canciones, o no.

Por cierto, sigo escribiendo, mucho. Muchísimo. En verso casi a diario. En prosa sigo con mi novela.