Nos dimos dos inviernos para llegar a febrero
Y hacer una cruz en medio del calendario
Porque todos los días soy libre de te quieros
Y el catorce no aguanto ser solitario
Cercené las cabezas de las rosas que
Tú, tan oscura y sin embargo luminosa,
Esperabas y yo no te regalé
Y cogí la saliva de los besos que
Yo, tan cerca y a la vez tan lejos,
Te pedía y no me dabas más de mil
Y pensé cuando te ibas sin despedirte
Por no seguir jugando a malherirte
Que no te volveré a ver
Comprendí que desde este momento yo
Fundiría mi corazón con el hierro
Y lo soldaría contra ti
Retocé entre sábanas sucias que
Tú, manchaste con el sol a oscuras,
Y que con mi piel limpié
Y me fui de este triste sentimiento que
Tú y otros llamáis alegres cuentos
Con sus hadas muertas cuando pone fin
No quiero ser tórtola en tu nido
Ni picar lombrices, y en tus alas dormido
Soñar con una ventana, que dé a una mañana
Donde si me atreva a estar contigo
Y yo, yo no baje la persiana
Nos dimos dos inviernos para llegar a febrero
Y clavar una estaca en el calendario
Que para mí todos los días son flor de floreros
Y el catorce rosas de enamorados
Arranqué los clavos de este cuadro que
Tú, me pintaste con tus manos,
Cuando aún había pared
Y mentí cuando dije que no te quería
Si vivir sin ti no es vida
Y hasta que no te tuve no lo descubrí
Me peiné para poder echarle al viento
Todos los males que llevo dentro
Que se hicieron hueco por mi sed
Confundí el que estuvieras cansada y
Yo, cantándote en las madrugadas,
Hasta que los gallos me dejen ir
Te querré aunque de otra prendan mis pestañas
Ya sea idiota y aún así lleve mi alma
Y tú estés vomitando miel
Y te vi colgando de otra nube que
Sólo me enseñó que no te tuve y
Yo corriendo con prisa a por ti
No quiero ser tórtola en tu nido
Ni picar lombrices, y en tus alas dormido
Soñar con una ventana, que dé a una mañana
Donde comer perdices contigo y yo
Y yo no baje la persiana.
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