Tú pide y yo te daré;
que te apague un par de estrellas,
que cuelgue tu foto en la pared.
Ojalá que siempre nos llueva
en otoño como en las ciudades
de las películas de Woody Allen.
Tú pide y yo te daré;
que no tengan las espaldas una cicatriz,
que ser valientes nos salga bien.
Es más fácil pensar en ti
con las calles vacías
como en esa película de Sofía.
Y si tienes miedo mataré
a los monstruos que suelen aparecer
entre el mar
y el jardín de Balamb.
Tú pide y yo te daré;
que sea el guardián entre este centeno
que no es más que tu pelo de miel
lleno de enredos.
Que te vaya bonito
y perdona si ya no te escribo,
es que la luna me ha dejado mudo el corazón;
ya estaba todo dicho
a golpes y a gritos
y ya me volverá la voz al pecho con otro sol.
Tú pide y yo te daré;
que nunca haya nada prohibido
y que siempre coincidamos como en “antes del…”.
Que todo el tiempo sea contigo.
Que siga el cielo sobre nuestras cabezas,
la nevera llena de cervezas
y tus bragas en el cajón;
serán oblicuas todas las estrategias
que usaré para que siempre estés cerca
y la huella de tu cuerpo en el colchón.
Y si tienes miedo mataré
a los monstruos que suelen aparecer
entre el mar
y el Jardín de Balamb.
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