Yo te doy y tú guardarás;
un camino rosicler para llegar al cielo,
el espejo sin reflejo vertical y transversal.
Ojalá que sea como en esa canción de Elton
y puedas disfrutar las entradas para ver
ese concierto de Bennie & the Jets.
Yo te doy y tú guardarás;
esta insatisfacción desmesurada,
este hueco en mis huesos si te vas.
Ojalá que sea como en ese libro de Cortázar
y nos duela el cuerpo de tanto querernos
y no el alma por extrañarnos y echar de menos.
Y si no hay música para escuchar
escucharemos aullar
a los lobos que suelen venir
a la parte más fría de Tall Trees.
Yo te doy y tú guardarás;
el tesoro de esta isla repleto de monedas
que no son más que tus ojos y su mirar
cayendo sobre la piel donde me besas.
Que tu ausencia nunca sea
una forma del invierno ni poemas
que arderán para dar calor.
Pasa el tiempo sin que lo vea,
como tu sombra tras las puertas
y como los recuerdos por el corazón.
Yo te doy y tú guardarás;
que todo nunca estará permitido
y que coincidamos en cuatro bodas y un funeral.
Que todo el mundo sea contigo.
Que sigan cantando las sirenas
y se estrelle mi cuerpo en las piedras
en este mar.
Seguiré buscando mapas en las estrellas
que usaré para llegarte y estar cerca,
en este cielo no cabe una luna más.
Y si no hay música para escuchar
escucharemos aullar
a los lobos que suelen venir
al pueblo fantasma de Tumbleweed.
No hay comentarios:
Publicar un comentario